96. ¿Quién es realmente el Papa Francisco?

08 DE DICIEMBRE DE 2014
“El matrimonio es entre un hombre y una mujer”. “La vida por nacer es tan preciosa y única como cualquier vida”. La eutanasia es un abuso injustificable de la libertad humana”. “Los niños adoptados tienen el derecho a tener un padre y una madre”. Estas son las posiciones estándar católico romanas declaradas en varios acalorados debates sobre temas morales de nuestra generación. Así, ¿por qué ahora este alboroto al respecto? El Papa Francisco habló y argumentó sobre los mismos en dos discursos diferentes durante las últimas semanas. [1] Después de meses de enviar confusos mensajes sobre la homosexualidad (“¿Quién soy yo para juzgar?”), lo buenas que son todas las “relaciones amorosas” estén o no casados, la necesidad que tiene “la” Iglesia (ICAR) de mantenerse alejada del calor de los debates éticos actuales y su malestar por todo lo “no negociable”, el Papa Francisco ha dicho al fin algo “católico”. Aunque ha estado siempre alineado con la teología moral católico romana tradicional (¡después de todo es el Papa!) nunca había hablado en público de estos asuntos de una forma tan definida y en tan corto período de tiempo.
LAS CONSECUENCIAS DEL SÍNODO
Este mes “católico” del Papa aparece después del Sínodo sobre la familia donde la Iglesia Católica experimentó unos días turbulentos de controversia entre cardenales de alto rango y obispos. Algunas voces progresistas estaban a favor de impulsar una actualización de la actitud moral de la Iglesia sobre la sexualidad y las relaciones humanas. Apoyado enérgicamente por la opinión pública secular, todos aplaudiendo a este Papa “revolucionario”, algunos sectores de la Iglesia creyeron que la brecha entre la ICAR y las masas occidentales podría salvarse si la ICAR adoptaba una aproximación a estas cuestiones más relajada y menos confrontacional.
El Sínodo 2014 presenció un conflicto entre estas voces y las más tradicionales, cuyo resultado fue el mantenimiento temporal del statu quo en espera del Sínodo del próximo año que será convocado de nuevo sobre el mismo tema. ¿Dónde se sitúa el Papa Francisco en todo esto? En los meses precedentes al Sínodo, a veces se decantaba por una Iglesia que “mira hacia el exterior”, o sea, una Iglesia menos preocupada por los dogmas y los principios morales y más interesada en estar cada vez más cerca de la gente, con independencia de sus elecciones individuales y absteniéndose deliberadamente de emitir juicios morales sobre la integridad de sus vidas.
Este flujo constante de mensajes pareció crear una especie de impulso que podría servir de fondo para cambios significativos en la ICAR que el Sínodo estaba destinado a introducir. No obstante, las cosas fueron de otra manera. Entretanto, las fuertes críticas de importantes círculos de la Iglesia Católica llegaron a ser francamente abiertas y alcanzaron al propio Papa por sus palabras vacilantes y confusas. Tras este mes “católico” de Francisco se puede pensar que existe la seguridad de que permanece fiel a la enseñanza moral tradicional de la ICAR y que de ninguna manera ha cambiado de opinión. Después de meses de impulsar una agenda aparentemente progresista, el péndulo católico oscila en sentido contrario con el fin de recuperar la estabilidad… hasta que llegue el siguiente movimiento.
¿DÓNDE ESTÁ EL PAPA?
Sin embargo, todavía quedan unas preguntas que se han convertido en permanentes. ¿Dónde se halla realmente el Papa en lo referente a estas cuestiones? ¿Cómo podemos explicar este aparente cambio de sentido? ¿Quién es capaz de adivinar lo que le preocupa? Y, más generalmente, ¿sabemos dónde está en una serie de puntos clave doctrinales y pastorales? Hasta ahora, ha tenido mucho interés en construir puentes con toda clase de gente, movimientos y redes. Un creciente número de personas en todo el mundo llaman al Papa “amigo”. Muchos líderes evangélicos están en su entorno. Tienen la impresión de que el Papa es una persona transparente y accesible, fácil de conocer y rápida para sintonizar. Parece que habla su lenguaje y que comprende sus corazones. Imaginan que está cerca de todos.
La evidencia, no obstante es más compleja. Es ciertamente capaz de acercarse a todos, de llamar a cualquier persona “hermano” y “hermana”, pero, ¿cuánta gente sabe lo que hay en su corazón? Sin duda, puede combinar el lenguaje evangélico, las devociones marianas y las inquietudes “políticamente correctas”, al tiempo que conserva una perspectiva católico romana que lo abarca completamente todo. ¿Conocemos verdaderamente al Papa Francisco? ¿Cuánto de esta complejidad es el resultado de haber sido jesuita? ¿Qué sabemos de la profundidad de su teología y de la naturaleza global de su agenda? La Biblia quiere que nuestra comunicación no quede atrapada en un tipo de lenguaje de “sí” y “no” al mismo tiempo (2 Corintios 1:18-20) sino que hablemos claramente de lo que tenemos en nuestros corazones. El lenguaje del Papa Francisco tiende a decir “Sí, sí” y “No, no” con el mismo aliento. La Palabra de Dios también nos exhorta a “hablar la verdad” (Efesios 4:25) y evitar las “palabras torcidas” (Proverbios 4:24). Aquí nadie puede tirar una piedra porque en esta materia todos somos pecadores. Pero, lo que el Papa ha estado diciendo hasta ahora hizo que se enviaran mensajes contradictorios. Este mes “católico” ha mostrado un aspecto importante del Papa Francisco, pero el retrato completo es todavía un trabajo en proceso. La impresión es que hasta el momento únicamente hemos recogido esbozos del Papa y que la verdadera obra está aún por hacer.
[1] A la Asociación de Médicos Católicos Italianos (15 Nov. 2014) y al Humanum Coloquio sobre la complementariedad del hombre y la mujer en el matrimonio (17 Nov. 2014).
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