48. ‘La Infancia de Jesús’ según Benedicto XVI La conexión entre la fe y la historia.

Este libro es una interpretación sencilla y canónica de la historia de Jesús arraigada en el Antiguo y Nuevo Testamento. Quizás el mejor de la serie, con dos reservas.

10 DE DICIEMBRE DE 2012

 Un millón de copias publicadas en 29 idiomas y distribuidas en 79 países. Estas son las cifras sobre el último libro acerca de Jesús recientemente publicado por el Papa Benedicto XVI. El nuevo volumen cierra la serie que Ratzinger empezó a proyectar antes de su elección al papado, y que ahora llega finalmente a buen término, cuando tiene 85 años y preside un complejo estado, esto es, el Vaticano y la Iglesia Católico Romana (ICR) que, por supuesto, es una institución global.

Este ejemplar sigue al de 2007 que se refería a la historia de Jesús desde su bautismo hasta la Transfiguración y al de 2011 que trataba de su Pasión y de su Resurrección.

 El nuevo libro se centra en relatos de la infancia de Jesús , o sea, los 180 versículos que Mateo y Lucas escribieron para dar a conocer los acontecimientos que precedieron y siguieron al nacimiento de Jesús y hasta que tuvo doce años.

 1. HECHOS HISTÓRICOS INTERPRETADOS TEOLÓGICAMENTE
 Es importante comprender la preparación original de los libros de Ratzinger. ¿Por qué escribe sobre la vida de Jesús según los Evangelios?

 A finales del siglo XIX se escribieron diferentes “vidas” de Jesús en un intento de separar el “Jesús de la historia” del “Cristo de la fe” . La principal hipótesis era que la Cristología tenía poco, por no decir nada que ver con lo que realmente le sucedió a Jesús, lo cual iba más allá de la investigación histórica y pertenecía únicamente a la esfera de la fe.

 Los eruditos liberales argumentaban que no sabemos casi nada del Jesús histórico , a pesar de que tenemos una Cristología sumamente desarrollada que no está basada en los registros históricos de los hechos de la vida de Jesús, sino en la fe de las comunidades posteriores.

Por consiguiente, los Evangelios estaban considerados como crónicas impulsadas por lo que creían los primeros cristianos y no necesariamente por lo que realmente ocurrió. Estos puntos de vista eran y lo son todavía hoy en día ampliamente aceptados entre los estudiosos bíblicos católicos.

 Ratzinger escribe para reconducir todo este asunto y la forma en que lo lleva a cabo es a través de su propio esfuerzo al comentar los Evangelios. Su objetivo es afirmar la historicidad de base de las narraciones del Evangelio y, por tanto, la naturaleza histórica de la fe cristiana que está centrada en el Jesús histórico .

 Benedicto XVI argumenta que en los Evangelios la fe y la historia, la realidad y su interpretación teológica, la evidencia bíblica interna y la evidencia histórica externa están entrelazadas . Como consecuencia, el significado teológico de la vida de Jesús está basado en lo que en realidad ocurrió, no a expensas del mismo o incluso sin la interferencia de la historia.

De este modo, en el caso de “La Infancia de Jesús” nos enfrentamos a un relato fidedigno de lo que sucedió verdaderamente (incluyendo la estrella y los Magos), unido a una explicación teológica del nacimiento de Jesús, su Persona y su obra.

 2. ¿UN CAMBIO DE MENTALIDAD?
 Es interesante observar aquí un cambio en el énfasis. En el documento de 1993 sobre “La Interpretación de la Biblia en la Iglesia”, la Pontificia Comisión Bíblica (cuyo presidente era el mismo Ratzinger) se notaba la tendencia a pasar por alto la relación entre la fe y la historia en el texto bíblico . Se asumió que los métodos histórico-críticos eran solamente herramientas de estudio neutrales sin ninguna asunción preconcebida en lo que se refería a la fiabilidad histórica de la Biblia.

Históricamente, esto no es verdad. Los métodos histórico-críticos fueron las armas elegidas para tratar de desmantelar la credibilidad de la Palabra escrita de Dios. Por otra parte,  la realidad es que la mayoría de los eruditos académicos bíblicos católicos tienen opiniones escépticas acerca de la historicidad de la Escritura y llevan su escepticismo bajo el estandarte de los métodos histórico-críticos .

En 1993 Ratzinger parecía ser bastante ingenuo en cuanto a los peligros que comporta separar la fe de la historia y considerar la Biblia como un libro derivado de la fe pero no enraizado en la historia. Ahora parece que es más consciente del problema y desea proporcionar el ejemplo de una interpretación bíblica que toma seriamente la historicidad de la Biblia.

¿Incitarán sus libros sobre Jesús a abrir un debate en los círculos exegéticos católicos? ¿Replantearán la confianza en la confiabilidad histórica de la Biblia en el mundo académico católico y el público en general?

 3. UN ELOGIO Y UN PAR DE RESERVAS
 El libro de Ratzinger “La infancia de Jesús” no es una obra técnica de exégesis. Es más bien un comentario espiritual de los relatos de los Evangelios que hablan acerca de cómo el Hijo de Dios se convirtió en hombre . Son largas meditaciones siguiendo el orden sinóptico de los acontecimientos de la vida de Jesús, con algunas cuestiones y aplicaciones que pueden ser de utilidad para el lector contemporáneo.

El último libro es incluso mejor que el anterior, que representaba a Jesús como si fuera un predicador yendo de acá para allá y celebrando misas dondequiera que se encontrara. La lectura sacramental que hizo Ratzinger de los Evangelios influyó profundamente en su interpretación de la Pasión.

 Este libro es una interpretación sencilla y canónica de la historia de Jesús firmemente arraigada en el Antiguo Testamento y vinculada a las enseñanzas subsiguientes del Nuevo Testamento. Es, quizás, el mejor de la serie, con dos reservas .

 Al comentar sobre el hecho de que diversos detalles de “La Infancia de Jesús” tienen su origen en las narraciones que contó María (quien fue el único testimonio presente), el Papa también deduce que las otras tradiciones marianas, que no se encuentran en el Nuevo Testamento, se derivan de la misma fuente . Por tanto, la pregunta es: ¿por qué Lucas o Mateo no las añadieron a sus Evangelios? Y lo que es más importante, ¿por qué el Espíritu Santo no inspiró a los evangelistas para incluirlas en los textos canónicos?  Lo que está en la Escritura y se ha convertido en Escritura es un conjunto que tiene un estatus muy diferente al de las demás tradiciones, para las que se reclama el mismo origen .

 La otra perplejidad tiene que ver con el comentario de Ratzinger sobre Lucas 2:7: “Dio a luz a su hijo primogénito”. Aquí el Papa dedica un par de páginas argumentando que la referencia a que Jesús es el “primogénito” no significa que María tuviera otros hijos .

De hecho, afirma la virginidad perpetua de María. Pero, ¿es esto realmente lo que este texto dice o sugiere? ¿No es la más reciente doctrina católico romana de la virginidad perpetua de María un avance que está basado más en las elaboraciones marianas que en lo que dicen los Evangelios?

 Traducción: Rosa Gubianas

47. Nueva Evangelización: lo nuevo y lo antiguo Las proposiciones del Sínodo católico

 Las proposiciones tienen poco o nada que decir sobre las responsabilidades de la Iglesia en la erosión de las prácticas cristianas en Occidente.

18 DE NOVIEMBRE DE 2012

 El Sínodo para la Nueva Evangelización puede considerarse como “un padre de familia que de lo que tiene guardado saca cosas nuevas y cosas viejas” (Mateo 13:52). La explicación de Jesús de la parábola de la red es un punto de partida útil para ponerse de acuerdo con lo que sucedió en el Sínodo que acaba de terminar (7-28 Octubre 2012).

Después de varias semanas de intensas discusiones, el acto final fue la redacción de una lista de 58 proposiciones (o sea, puntos dignos de atención) que se presentaron al Papa para su consideración en la futura promulgación de un documento papal (Exhortación Apostólica) que formará parte del Magisterio de la Iglesia.

 El perfil de la Nueva Evangelización (NE) se está haciendo cada vez más claro, al menos sobre el papel, mientras queda por ver los resultados prácticos que se obtendrán de la misma .

 Los logros del Sínodo, según se refleja en estas proposiciones, son una mezcla de cosas nuevas y viejas que exigen discernimiento para no concentrarse únicamente en unos pocos elementos seleccionados .

 1. LA OBERTURA TRINITARIA Y EL FINAL MARIANO
“La Iglesia y su misión evangelizadora tienen su origen y fuente en la Santísima Trinidad según el plan del Padre, la obra del Hijo, que culminó en su muerte y gloriosa Resurrección y la misión del espíritu Santo. La Iglesia continua esta misión del amor de Dios en nuestro mundo” (n. 4).  No puede haber fundamento bíblico más claro para la NE, si bien la manera en que la ICR continuará la misión de Dios no se explica. ¿Es a través de la prolongación de la encarnación del Hijo y, por lo tanto de haber recibido sus cargos profético (autoridad magisterial), sacerdotal (sistema sacramental) y real (estructura jerárquica?

 No obstante, éste es sólo un lado de la moneda. Como es práctica habitual en los documentos católicos, el pensamiento final se dirige a María .

La apertura trinitaria es únicamente introductoria, pero no es concluyente para la NE. Es parte de un cuadro más amplio que no está completo a menos que la dimensión mariológica pase al primer plano.

 Esto es lo que dice el Sínodo en la última proposición: “Como Madre y como Reina ella es un símbolo de esperanza para los pueblos que sufren y los que padecen necesidad. Hoy, ella es la ‘Misionera’ que nos auxiliará en las dificultades de nuestro tiempo y con su cercanía abrirá a la fe los corazones de los hombres y las mujeres. Fijamos nuestra mirada en María. Ella nos ayudará a proclamar el mensaje de salvación a todos los hombres y mujeres, a fin de que también ellos lleguen a ser agentes de la Evangelización. María es la Madre de la Iglesia y a través de su presencia la Iglesia puede convertirse en un hogar para muchos y en madre de todos los pueblos” (n. 58).

Por una parte existe un marco trinitario de acogida para la misión, a pesar de que por la otra parte también encontramos la reintegración de una exhaustiva visión mariana para la NE.

 2. ÉNFASIS EN ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS Y CRECIMIENTO DE LA PIEDAD POPULAR
 Otro elemento alentador de las proposiciones es el acento dado al papel de la Biblia. “En el contexto de la NE cada oportunidad para el estudio de la Sagrada Escritura debe ser aprovechada. La Escritura debe impregnar las homilías, la catequesis y todos los esfuerzos que se hagan para transmitir la fe” (n.11).

 Esta apertura reitera la actitud del Vaticano II con respecto a la Biblia, aunque el Sínodo posteriormente deja claro que “ El Catecismo de la Iglesia Católica  y su  Compendio  son, por encima de todo, un recurso para la enseñanza de la fe y un apoyo para los adultos de la Iglesia en su misión evangelizadora y catequizadora” (n. 29). Por tanto, según el Sínodo, las Escrituras tienen que leerse siempre a la luz del  Catecismo .

 Lo que es más llamativo, sin embargo, es el estímulo paralelo a las variadas formas de piedad popular sin sugerir la necesidad de ser corregidas por la Escritura.“La piedad popular es el verdadero lugar para encontrar a Cristo, y también para expresar la fe del pueblo cristiano a la Bienaventurada Virgen María y a los Santos. La NE reconoce el valor de estas experiencias de fe y las alienta como formas de crecer en las virtudes cristianas… La piedad popular es una oportunidad especialmente prometedora para la conversión y el crecimiento de la fe” (n. 39). De este modo la NE se implementa con el estudio de la Biblia y las devociones populares. Es difícil de entender como pueden reconciliarse las dos aparte de la dialéctica católica entre lo nuevo y lo antiguo.

 3. IMPORTANCIA DE LA CONVERSIÓN DENTRO DEL SISTEMA SACRAMENTAL DE LA IGLESIA
 El Sínodo se acerca mucho a un cierto lenguaje “evangélico” cuando habla de la conversión . “La ‘primera proclamación’ (es decir, un anuncio explícito de salvación) es donde el  kerigma , el mensaje de salvación del misterio pascual de Jesucristo, es proclamado con gran poder espiritual hasta el punto de provocar el arrepentimiento de los pecados, la conversión de los corazones y una decisión de fe” (n. 9). Este es un lenguaje sencillo que cualquier evangelista usaría en su predicación (aparte de la referencia al “misterio pascual” que es la forma típica católico romana de combinar y fusionar el sacrificio de la cruz y el sacrificio de la Eucaristía).

 No obstante, la conversión se ve como un paso dentro del sendero sacramental más amplio de una persona. No es la transición de estar perdido a ser salvo, sino un avance hacia la plenitud de una gracia ya otorgada por y mediante el sistema sacramental de “la” Iglesia (n. 4,33,35,37). Esto no quiere decir que la conversión tenga que ser enfrentada a los sacramentos, sino que el significado católico romano de la conversión tiene mucho más peso eclesiológico y más matices que simplemente el volverse a Cristo y ser salvo sólo por su gracia.

 4. UN TONO AUTOALENTADOR CON POCA AUTOCRÍTICA
 El tono general de las proposiciones y el mensaje final del Sínodo va dirigido a proporcionar una imagen de una Iglesia viva y animada que responde a los retos de las tendencias secularizadoras de Occidente mediante el lanzamiento de la NE y llamando a los bautizados que se han extraviado a volver de nuevo a la Iglesia .

 Las proposiciones tienen poco o nada que decir sobre las responsabilidades de la Iglesia en la erosión de las prácticas cristianas en Occidente y la falta de credibilidad que las instituciones cristianas consiguen en la opinión pública. Hay sólo un ejemplo en el que “los escándalos que afectan a la vida y al ministerio sacerdotal” se mencionan (n. 49), pero eso es todo.

 El mensaje general es que mucha gente deja la Iglesia a causa de los horribles efectos de la secularización . Parece que la Iglesia tenga poco de que arrepentirse de las prácticas del pasado y mucho de que alabarse a sí misma por sus actividades continuas. Vamos a ver si el Papa Ratzinger va a ser más audaz que lo que son las proposiciones en reconocer los fallos de la Iglesia, especialmente en Occidente.

Una lectura selectiva de las proposiciones puede sugerir que el Sínodo claramente ha empujado a la Iglesia Católico Romana a una disposición de ánimo más “evangélica”. Sin embargo, una lectura más amplia y cuidadosa indica que la “nueva” que se presenta va siempre acompañada de la “antigua” que permanece.

 Traducción: Rosa Gubianas

46. El Año de la Fe: devoción mariana e indulgencias

La Nueva Evangelización en el marco del Año de la Fe se toma a en continuidad con la práctica medieval de las indulgencias y la promoción de la devoción mariana.

14 DE OCTUBRE DE 2012

 El Papa Benedicto XVI inauguró esta pasado jueves 11 de octubre el Año de la Fe, que marca el 50 aniversario del inicio del Segundo Concilio Vaticano (1962-1965) y el 20 aniversario de la publicación del Catecismo de la Iglesia Católica.

Estas dos conmemoraciones se han puesto bajo la égida del Año de la Fe y sobre el fondo de la Nueva Evangelización, que será el tema del inminente Sínodo de los obispos (7-28 Octubre).

 En conjunción con el comienzo del Año de la Fe, se celebran dos acontecimientos que merecen atención: la encomienda a María del Año de la Fe por el Papa Ratzinger y la nueva concesión de indulgencias a los que tomen parte en el mismo .

El Año de la Fe tendrá fuertes connotaciones marianas e irá acompañado de indulgencias. Ambos casos reflejan profundamente las dimensiones profesadas por la fe católica.

 1. UN AÑO PUESTO EN LAS MANOS DE “LA MADRE DE DIOS”
Los aniversarios y las acciones simbólicas son importantes para el catolicismo romano.

Hace cincuenta años, justo antes de la apertura de la primera sesión del Vaticano II, el Papa Juan XXIII peregrinó a Loreto para confiar el concilio al cuidado de María. Loreto es una pequeña ciudad situada en el centro de Italia donde, según la tradición, está ubicada la casa donde María recibió la anunciación y vivió en Nazaret y fue tomada después de ser milagrosamente preservada de la destrucción. Este santuario mariano, también llamado “La Casa Santa”, es uno de los más importantes lugares de devoción mariana de Europa.

 Igual que el Papa Juan XXIII fue a Loreto en 1962, también lo hizo Benedicto XVI el 4 de Octubre para encomendar a María el Año de la Fe que está destinado a conmemorar el Vaticano II. De esta forma, si el Vaticano II se puso bajo el cuidado maternal de María, el Año de la Fe empieza con la misma connotación mariana .

Durante su homilía en el santuario mariano de Loreto,  el Papa reflexionó sobre temas especialmente marianos utilizando poderosas analogías para ilustrar la ejemplar relevancia de María para el catolicismo romano y así alimentar la devoción mariana .

Como el santuario es un “testigo físico y tangible del más grande evento de nuestra historia, la Encarnación”, así María es el “lugar de su presencia, un sitio de morada para el Hijo de Dios”. María es una “casa viva, el templo” del Hijo de Dios; “donde Dios mora, es nuestro hogar”. El catolicismo es muy sensible a la fisicidad de la fe, aunque el Papa nunca se refiere al hecho de que esta casa no es la casa “real” de María, sino un edificio medieval que se atribuyó ficticiamente a María.

Benedicto XVI también dijo que María es la madre de Cristo y nuestra madre en el sentido de que “nos abre la puerta de su hogar”. La casa viva se convierte en nuestro hogar donde siempre somos acogidos, y la anfitriona de la casa se transforma en la madre que siempre nos ama.

Se evocan poderosas imágenes y se tocan profundas emociones. La imaginería de María provoca recónditos sentimientos humanos.

 La habilidad católico romana para desarrollar y enriquecer el mundo de las imágenes es proverbial. El problema permanente es lo que está exactamente garantizado bíblicamente y cuales son los límites de estos avances para que no se conviertan en fines autoreferenciales en sí mismos . Como una cuestión de hecho, el Año de la Fe empieza con un fuerte tono mariano, como se hizo con el Vaticano II y con todos los demás acontecimientos oficiales católico romanos.

 2. EL AÑO DE LA FE Y LAS INDULGENCIAS
El segundo evento que vale la pena señalar al principio del Año de la Fe es el decreto del Penitenciario Vaticano, es decir, el Tribunal Vaticano que trata de las absoluciones, dispensaciones e indulgencias, y que disciplinará la concesión de indulgencias durante el próximo año.

 Se concederá la remisión plenaria de la pena temporal a todos los que, después de la confesión y la Comunión, asistan al menos a tres charlas sobre el Vaticano II o el Catecismo en un contexto de la iglesia, o hagan un peregrinaje a una basílica papal o a una catedral, o tomen parte en una misa en unas fechas determinadas, o regresen a la iglesia donde fueron bautizados a renovar sus votos bautismales .

Este decreto demuestra que el aparato de una práctica medieval sigue vigente y es el compañero constante de la Iglesia que recuerda el Vaticano II y promueve la Nueva Evangelización.

 Además de la piedad mariana, éste es otro rasgo distintivo del catolicismo romano: nuevas iniciativas, como la Nueva Evangelización en el marco del Año de la Fe, no se toman a expensas de tradiciones del pasado de la Iglesia, sino en continuidad con las mismas, incluso con las que se han opuesto y lo hacen todavía, otros cristianos por amor al Evangelio . En Roma no se pierde nada, todo se aprovecha.

Los términos “fe” y “evangelización” serán centrales en el próximo año y parecerán estar muy cerca, si no al mismo nivel, de la forma en que los protestantes evangélicos las usan.

No obstante, algún intérprete y observador del Año de la Fe necesitará recordar que ellos siempre transportan la pantalla completa de la doctrina católico romana, espiritualmente y en la práctica, no una selección según las preferencias de cada uno.

 Traducción: Rosa Gubianas

45. 50 aniversario del Vaticano II: ¿qué pasó?

Tres evaluaciones protestantes evangélicas de las consecuencias del Concilio

08 DE OCTUBRE DE 2012

 El Vaticano II (1962-1965) es ampliamente considerado como uno de los acontecimientos más significativos del Siglo XX. El día 11 de octubre próximo señalará el 50 aniversario de su apertura y el “Año de la Fe”, que Benedicto XVI está a punto de inaugurar oficialmente, proporcionará la oportunidad de tener un año más para reflexionar sobre su legado.

Llegar a un acuerdo con el Vaticano II no es una tarea sólo para los católico romanos. Incluso los cristianos no católico-romanos están llamados a lidiar con ella. Su percepción del catolicismo romano actual depende en gran medida de la forma en que interpreten el Vaticano II.

Durante y después del Concilio, tres teólogos protestantes evangélicos se ocuparon del mismo a fondo y con detalle.

 Estos tres enfoques son probablemente indicativos de las diferentes lecturas evangélicas del Vaticano II, que a su vez han contribuido a la configuración de tres maneras de relacionarse con Roma como un todo .

 1. GERRIT BERKOUWER Y EL NUEVO CATOLICISMO
Gerrit Berkouwer (1903-1996) fue un teólogo reformado holandés que tuvo una experiencia de primera mano en el Vaticano II como observador oficial en representación del “Gereformeerde Kerken” (Iglesias Reformadas). Esta experiencia dio lugar a la escritura de su libro  “The Second Vatican Council and the New Catholicism”  (El Concilio Vaticano II y el nuevo catolicismo) (1965), el cual lo escribió a pesar de que los debates del concilio estaban todavía en plena marcha y los dos principales documentos eclesiológicos ( Lumen Gentium  y  Gaudium et Spes ) no habían sido aún aprobados.

 Según Berkouwer, el Vaticano II debe mucho a la  Nouvelle théologie  (o sea, la nueva teología)  que él ya había estudiado en el libro que escribió en 1958  “Recent Developments in Roman Catholic Thought”  (Desarrollos recientes en el pensamiento católico romano). El Concilio podría considerarse como la aceptación cautelosa de la Iglesia oficial, incluso con sus tensiones y conflictos, de la agenda propuesta por los “nuevos” teólogos que habían sido la oposición a la Curia en años anteriores.

 El “Nuevo Catolicismo” que Berkouwer contempla está basado en el  ressourcement , es decir, la apreciación de nuevo de las fuentes patrísticas y bíblicas, y el  aggiornamento , o sea, una actitud marcada por la apertura hacia una renovación interior y nuevas formas de relacionarse con el mundo .

 Si el libro pre-Vaticano II  Conflict with Rome  (1958) (Conflicto con Roma) de Berkouwer se centra en la fisura entre las teologías católicas y protestantes relativas a la doctrina de la gracia, su “Nuevo Catolicismo” post-Vaticano II gira en torno a la doctrina de la Iglesia como la cuestión real que todavía sigue en pie entre ellos .

Por supuesto, Berkouwer es completamente consciente de que estos nuevos énfasis no sustituyen a los antiguos sino que están simplemente añadidos al panorama tradicional católico romano, haciendo así la agenda ecuménica con Roma más fácil, por una parte, pero más matizada por la otra.

Antes de establecerse este escenario, Berkouwer hizo un llamamiento para un “ecumenicidad realista” –una ecumenicidad que superara antiguas actitudes polémicas mientras se esperaban posteriores evoluciones dentro del catolicismo romano.

 2. DAVID WELLS Y LA CONFUSIÓN EVANGÉLICA
En los años setenta, David Wells (nacido en 1939) era uno de los pocos teólogos evangélicos que contendía con el catolicismo romano sobre las repercusiones del Concilio. En los últimos años, el interés de Wels se volvió progresivamente hacia otro campo de investigación, a saber, el evangelicalismo en sí mismo, y este cambio dejó un vacío importante en la reflexión evangélica sobre el catolicismo romano.

 Su libro  Revolution in Rome  (Revolución enRoma) (1972) compendia muy bien un sentido evangélico de confusión antes del aggiornamento propuesto por el Concilio. El principal avance de su lectura del Concilio es la observación de que el Vaticano II, en algunas puntos estratégicos, parece aprobar “teologías incompatibles mutuamente”, una conservadora, la otra progresista; una reafirmando la tradición, la otra yendo más allá de la tradición . Estas dos tendencias conflictivas pueden hallarse en todas partes en los textos del Vaticano II y contribuyen a la formación de su completa teología marcada por un inconfundible modelo “ambos-y” católico.

Frente a la inherente estereofonía, si no cacofonía, del Vaticano II, Wells argumenta que el Concilio ha practicado la “yuxtaposición de ideas” de tal forma que la recepción y la interpretación de la redacción final de los documentos pueden localizarse tanto según las líneas tradicionales como según las más innovadoras.  El principal problema de luchar a brazo partido con el catolicismo romano es el hermenéutico, a saber, “¿qué interpretación es la correcta?”, “¿cómo debemos interpretar?”, lo cual está todo conectado a la cuestión de la autoridad magisterial: “¿quién habla hoy en nombre de Roma?” Desde la perspectiva del Vaticano II, Roma parece tener una “mente dividida” , como muestran claramente los títulos de los capítulos de  Revolución en Roma : “Autoridad: ¿interna o externa?”, “Dios: ¿en la ciudad terrena o la celestial?”, “Cristianismo: ¿una definición amplia o estrecha?”, “la Iglesia: ¿las personas o el papa?”.

 El libro atestigua la confusión evangélica al llegar a un acuerdo con la complejidad de la mentalidad católica . Antes del punto crucial interpretativo, Wells propone el criterio de que el Concilio represente un equilibrio temporal y transitorio que finalmente conducirá a la afirmación de una parte sobre la otra. En otras palabras, “esperar y ver” lo que va a ocurrir.

Mientras tanto, los protestantes evangélicos necesitan analizar una “nueva apologética” en su conocimiento del catolicismo, porque el modelo apologético antiguo no se ajusta a Roma por más tiempo.

 3. HERBERT CARSON Y LA TESIS SEMPER EADEM
En la escena británica, los escritos de Herbert Carson (fallecido en 2004) representan bien la forma menos académica pero más fuertemente apologética de mirar a Roma. Sus libros sobre el catolicismo ( Roman Catholicism Today , 1964 [El catolicismo romano hoy];  Dawn or Twilight? A Study of Contemporary Roman Catholicism,  1976 [¿Amanecer o atardecer?, un estudio contemporáneo del catolicismo romano];  The Faith of the Vatican , 1996 [La fe del Vaticano]) pueden considerarse como una obra única, revisada y actualizada cuyo principal avance interpretativo y crítica teológica permanece constante, incluso cuando interactúa con diferentes fases de la historia y la teología católicas recientes.

 Carson lee el Vaticano II en términos de la tesis se mper eadem,  es decir, siempre lo mismo .  La estructura teológica de Roma puede haber cambiado en su envoltura lingüística, pero no en su orientación fundamental . Según él, a pesar de toda una apariencia que sugiere ser diferente, el Vaticano II de ninguna manera ha modificado su actitud Tridentina y anti-Reformista por la sencilla razón de que: primero, nunca la ha abandonado formal y abiertamente y, segundo, la nueva enseñanza puede estar plenamente armonizada con la antigua sin subvertirla.

Carson observa que “el tono puede que sea más amable y la presentación más adecuada a los lectores de finales del siglo XX, pero los decretos de Trento están todavía allí”, particularmente en lo que se refiere a la transubstanciación, la justificación por la fe y el purgatorio.  La inevitable conclusión de esta lectura es que si Roma es se mper eadem,  la aproximación evangélica al catolicismo romano será también siempre la misma .

 CONCLUSIÓN
 Después del Vaticano II, los protestantes evangélicos trataron el mismo de tres maneras diferentes: Roma realmente ha cambiado (Berkouwer), Roma todavía tiene que decidir donde situarse (Wells), Roma es siempre la misma (Carson).

Posteriormente los enfoques de los evangélicos respecto a la ICAR dependieron de cuál de estos tres enfoques del Vaticano II fue el elegido.

 Traducción: Rosa Gubianas

44. Martini: no un anti-Papa, sino un ante-Papa

 El Cardenal Martini (1927-2012) y la dinámica del catolicismo romano actual

16 DE SEPTIEMBRE DE 2012

 El reciente fallecimiento del Cardenal Carlo María Martini (1927-2012) proporciona una oportunidad para reflexionar sobre las más amplias tendencias católico romanas.

El  ha sido una de las figuras más atractivas y todavía polarizador de los últimos treinta años . Jesuita, erudito, arzobispo, escritor popular y un cotizado líder de opinión, ha creado, sin desearlo, tensiones entre sus numerosos fans tanto dentro como fuera de los círculos religiosos y sus voces críticas en los sectores más conservadores de la Iglesia Católico Romana (ICAR).

Incluso su muerte se ha comentado de forma muy diferente por las dos partes.  La biografía de Martini en sí misma tiene una trayectoria que compendia algunas de las características clave del catolicismo romano post-Vaticano II, por ejemplo, la renovación bíblica, la apertura al mundo moderno y los presuntos conflictos internos dentro de la jerarquía católica romana de alto rango .

 EL ERUDITO BÍBLICO
Nacido en Turín en 1927, ingresó en la Orden Jesuita en 1944 y fue ordenado sacerdote en 1952. La carrera de Martini empezó en la academia como estudioso del Nuevo Testamento. Fue profesor de crítica textual (1962-1969), después Rector (1969-1978) del Pontificio Instituto Bíblico de Roma y finalmente fue nombrado Rector de la famosa Universidad Gregoriana de los jesuitas (1978). Daba conferencias en latín, italiano, inglés y francés, idiomas que dominaba y, además, también hablaba alemán, portugués, español y griego moderno. Profesionalmente, podía leer griego antiguo, hebreo, copto, arameo, sirio y árabe.

Combinaba con éxito su brillo intelectual con sus actitudes hieráticas.

 Lo que le dio reputación internacional fue su trabajo en el Comité de las Sociedades Bíblicas Unidas que condujo a la tercera edición crítica del texto del Nuevo Testamento (UBS3) en 1975 , aunque también participó en el Comité de la segunda edición.

Su nombre, junto con los de Aland, Black, Metzger y Wikgren figuran en el frontispicio de la cubierta rojo oscuro de la edición del texto UBS, el cual hace temer al mismo tiempo que disfrutar, cuando la abren, a muchos estudiantes de teología y profesionales.

Su trabajo académico no es muy extenso, pero genera en su carrera posterior docenas de libros de meditaciones bíblicas que tienen mucho éxito de ventas. Parece personificar los contenidos de  Dei Verbum , uno de los principales textos del Vaticano II llamando a la ICAR a la Palabra de Dios.

 ARZOBISPO DE MILÁN
 En 1979, el Papa Juan Pablo II le designó Arzobispo de Milán, la diócesis católico romana más grande del mundo y una de las sedes “naturales” para los futuros papas.

Anteriormente, nunca había tenido experiencias pastorales directas, pero su reputación le abrió el camino.  Centró su ministerio en varias iniciativas innovadoras y polémicas, como por ejemplo, la “Escuela de la Palabra” donde invitaba a toda clase de personas a predicar y a dar conferencias sobre la Biblia y la “Cátedra de los no-creyentes” en la que invitaba a los ateos y a los agnósticos a debatir allí mismo en la catedral de Milán.

Pronto se convirtió en el “héroe” de la izquierda, el partido progresista de la ICAR, aunque oficialmente nunca aprobó este papel. Todos aquellos que se sentían incómodos con la rigidez de la disciplina y la ética católicas, ya fueran católicos o seglares, intelectuales o personajes famosos, se sintieron atraídos por su sugestiva erudición.

Algunas de sus posiciones parecían ser distintas de las de Juan Pablo II y del entonces Cardenal Ratzinger: por ejemplo,  Martini deseaba la suavización de la postura católica acerca de las parejas no casadas, incluso de las uniones del mismo sexo, también era diferente su visión sobre el aborto, la prohibición de las personas divorciadas a tomar la Eucaristía, la ciencia ética sobre el final de la vida, el divorcio, etc. Llegó al extremo de solicitar un nuevo concilio para tratar de todos estos temas .

Sus puntos de vista nunca cuestionaron abruptamente la posición dominante, pero estaban bien articulados y defendidos, con sutileza intelectual. Todavía hoy son atrayentes para mucha gente errante y son espantosas para las opiniones de los conservadores de la derecha de la ICAR

 ¿FAVORITO PARA EL PAPADO?
 A través de los años se desarrolló una curiosa relación entre Juan Pablo II (junto con Ratzinger) y Martini . Durante algún tiempo se le consideró entre los posibles candidatos a Papa. Los sectores de la ICAR se manifestaron a favor de él o contra él.

Oficialmente, sin embargo, Martini fue siempre elogioso con el Papa reinante y con Juan Pablo II, y nunca dio señales de crítica.  El apodo que se ganó de ser el “Anti-Papa” (o sea, contra el Papa), era una caricatura y debería haberse cambiado por “Ante-Papa” (es decir, uno que va delante del Papa, abriéndole camino).  Según algunos observadores, las posiciones de Martini, que hoy en día son bastante discutibles, en un próximo futuro se convertirán en el modelo del punto de vista católico romano.

 El papado de Wojtyla duró demasiado y Martini perdió su oportunidad de llegar a ser Papa . Cuando murió Juan Pablo II en 2005, la salud de Martini era muy frágil. El Parkinson ya le había tomado con fuerza.

En la primera votación recibió unos pocos votos, pero dijo a sus partidarios que no continuaran votándole. En este cónclave, el Cardenal Ratzinger, el poderoso teólogo de Juan Pablo II, se convirtió en Papa.

 El partido de Martini parece que ha sido derrotado por el momento, aunque los ciclos católico romanos no son fácilmente previsibles a largo plazo. Entonces se retiró a Jerusalén, pero hasta su muerte continuó siendo un codiciado portavoz eclesiástico que exhortaba a la Iglesia a ser “humana”, “modesta” y “compasiva” . ¿Constituirán estos términos el principal vocabulario de la futura Iglesia Católico Romana?

 LA DIALÉCTICA DE LA CATOLICIDAD
 Según la opinión pública, Martini representa un punto de vista que es el polo opuesto al de Juan Pablo II y de Benedicto XVI dentro del mundo católico romano . Al primero se le ha llamado “liberal”, “progresista”, “democrático”, “de izquierdas”, mientras que los últimos han sido etiquetados como “conservadores”, “tradicionales”, “autoritarios” y “de derechas”. Con estas categorías convencionales, se puede trazar un mapa de todo el espectro católico romano.

 En realidad, la opinión pública tiene que encontrar polarizaciones, tiene que poner un personaje en contra de otro y tiene que hallar conflictos dentro de un cuerpo social determinado. En muchas ocasiones estas polarizaciones reflejan la realidad y en otras, simplemente proyectan oposiciones que no existen.

 En el caso de Martini, ambas observaciones son ciertas . Son verdaderas porque el catolicismo romano se basa en múltiples tensiones continuas que influyen en una forma u otra, pero que están destinadas a mantenerse en equilibrio. En otras palabras, Juan Pablo II necesitaba a Martini y Martini necesitaba a Juan Pablo II. El primero mantenía el equilibrio, al tiempo que el segundo exploraba nuevos campos. Martini hablaba al centro-izquierda, mientras que Wojtyla hablaba al centro-derecha, y de esta forma el espectro entero quedaba cubierto. El catolicismo romano como un todo necesita tanto al defensor del equilibrio ya conseguido como al explorador de nuevos asentamientos.

 En el sistema católico romano, se supone que el Papa lucha contra los “anti-papas”, pero probablemente alentar a los “ante-papas” es la forma adecuada para que la síntesis católico romana se extienda más lejos, a fin de que lo que ahora es percibido como una vanguardia inquietante mañana será el centro del escenario. En este sentido, el “ante-papa” Martini, que llegó demasiado tarde para ser Papa, quizás sirva de modelo para los futuros Papas.

 Traducción: Rosa Gubianas

43. Dios está cerca, María mucho más Benedicto XVI y el Dogma de la Asunción de María

 Benedicto XVI subrayó el dgma de la Asunción y la proximidad de María a cada uno.

02 DE SEPTIEMBRE DE 2012

 En el calendario católico romano, el 15 de Agosto se dedica a la festividad de la Asunción de la Virgen María. Este es el último dogma que la Iglesia Católico Romana (ICAR) ha promulgado en su historia .

Fue en 1950 cuando Pío XII lo publicó como una creencia vinculante para la fe católica. Así es como se definió entonces y como lo explica el  Catecismo de la Iglesia Católica  (n. 966) “La Virgen Inmaculada, preservada inmune de toda mancha de pecado original, terminado el curso de su vida en la tierra, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria del cielo y enaltecida por Dios como Reina del universo, para ser conformada más plenamente a su Hijo”.

Desde su residencia veraniega de Castelgandolfo (a 25 Km. De Roma), donde ha terminado de escribir su tercer libro sobre Jesús,  Benedicto XVI pronunció una homilía, el día 15 de Agosto, sobre el significado de este dogma para la ICAR de hoy en día .

Si bien es interesante leer lo que el Papa teólogo tiene que decir sobre ello,  es al mismo tiempo difícil para un protestante abordar los dogmas marianos de una manera tranquila desde el punto de vista teológico y distante emocionalmente. Sin embargo, este ejercicio es inevitable dado el peso tan importante que la mariología tiene en la vida católico romana .

 LA FUERZA MOTRIZ LITÚRGICA
En la primera parte de la homilía el Papa Ratzinger expone las razones que estuvieron detrás de la decisión de la ICAR para definir el  dogma de la asunción corporal de María : “Esta verdad de fe era conocida por la Tradición, afirmada por los Padres de la Iglesia y era sobre todo un aspecto relevante de la devoción a la Madre de Cristo. Este elemento litúrgico constituyó la fuerza motriz que condujo a la formulación de este dogma: es un acto de alabanza y de exaltación de la Virgen Santa”.

Aunque puede ser históricamente cuestionable argumentar el consenso unánime de los Padres (¿qué Padres? ¿en qué momento?) sobre este aspecto de la mariología,  el punto más importante es el reconocimiento de que el dogma crece en el contexto de la piedad y la liturgia populares, más que en la Escritura. Al igual que en muchos ángulos de la mariología católico romana, este dogma es el reflejo de una devoción popular que no se comprobó con los patrones bíblicos y se fue desarrollando a través de los siglos sin estar regido por la Palabra de Dios .

Es mucho decir que Benedicto XVI cita la Biblia en este punto y afirma que este dogma es una consecuencia de la oración de María en el  Magníficat : “desde ahora me tendrán por bienaventurada todas las generaciones” (Lucas 1:48).

Sin embargo, hay un abismo entre la profética declaración sobre la bienaventuranza de María y el dogma mariano sumamente elaborado de 1950. Este respaldo bíblico es demasiado flojo y vago para definir una creencia obligatoria tal como ha sucedido con la asunción corporal de María.

 El dogma de la asunción de María es un ejemplo de cómo la  lex orandi, lex credenda dictum  (es decir, “la ley de la oración es la ley de la fe”) podría funcionar como un principio generador y autónomo del desarrollo de los dogmas católico romanos.

Aunque es verdad que creemos en lo que oramos y viceversa, es importante determinar cuales son los modelos de la vida de oración de la Iglesia para que no se vaya por mal camino.

Comoquiera que para Roma estos modelos son los de la Tradición que contiene la Escritura pero es mayor que la Escritura, no es ninguna sorpresa que la Iglesia Católico Romana pueda promulgar dogmas que son históricamente dependientes y teológicamente están basados más en la piedad que en la Escritura.

 MARÍA ESTÁ MUY CERCA
Aprovechando algunas de las implicaciones de este dogma mariano,  la homilía de Benedicto XVI subraya la proximidad de María a cada uno . “María tiene un corazón tan grande que toda la creación puede entrar en él, como el  exvoto  (o sea, las ofrendas votivas) procedentes de todo el mundo demuestran. María está cerca, puede oír, puede ayudar, está próxima a todos nosotros. Dios está cerca y María, ya que está unida a Dios, está muy cercana y tiene un corazón tan grande como el de Dios”.

Aquí tenemos otro ejemplo de la forma en que una devoción puede desarrollarse y expandirse hasta el punto de convertirse en algo más que una forma bíblica de la piedad cristiana.  Lo que es sorprendente es la comparación entre la proximidad de Dios y la proximidad de María. Se considera que está más cerca de lo que está Dios.

Esta frase, en toda su aparente sencillez, tiene un enorme significado pastoral y teológico.  Indica que María está más cerca que su Hijo, que ella es la primera mediadora ante Dios y que está más fácilmente disponible para obtener ayuda .

Por regla general, el lenguaje mariológico está elaborado de tal forma que nunca resta importancia a la persona y a la obra de Cristo. No obstante, esta comparación demuestra que incluso el Papa Ratzinger cree que, aunque Dios está cerca, María está aún más próxima a nosotros.

 Con esta afirmación, la plena encarnación del Hijo de Dios, su completa humanidad y divinidad y la unicidad de su mediación, ¿está salvaguardada y honrada? Si se desdibuja el principio de “Sola Escritura”, se acabará desdibujando el de “ Sólo Cristo”.

 Traducción: Rosa Gubianas

42. ¿Por qué los creyentes dejan la Iglesia Católica?

 Para la Iglesia Católico Romana el desafío que los evangélicos representan tiene poco que ver con sus diferencias doctrinales, sino con su calidad de vida.

12 DE AGOSTO DE 2012

 “Journeys of Faith”  (Los Viajes de la Fe) es el título de un libro reciente que contiene una serie de relatos biográficos acerca de personas (situadas en el contexto de EE.UU.) que han cambiado su fidelidad cristiana de una iglesia o tradición a otra. [1]  Es una narración fascinante de la compleja realidad de los cambios religiosos que se producen en la vida de las gentes .

Los viajes de la fe ocurren por todo el mundo y en todo momento. Las migraciones religiosas son acontecimientos corrientes mediante los cuales las personas cambian la dirección de sus peregrinajes espirituales.

 En algunas áreas, como en América Latina, se asume que desde hace algunas décadas la comunidad católico romana ha ido disminuyendo en número a costa de varias iglesias evangélicas y pentecostales. ¿Por qué motivo ha sucedido esto?  Los sociólogos y los historiadores dan algunas respuestas.La cuestión más importante fue abordada recientemente por Benedicto XVI y sus comentarios merecen algunas consideraciones.

 ¿NO HAY RAZONES TEOLÓGICAS?
 Cuando recibió a los obispos de la Conferencia Episcopal de Colombia (22 de junio), el Papa Ratzinger habló del contexto Latino Americano como de una zona donde la Iglesia Católico Romana (ICAR) tiene que hacer frente a un pluralismo religioso creciente . En América Latina en general, y en Colombia en particular, la sociedad estaba más “unificada” desde el punto de vista religioso, pero los recientes cambios la han transformado en un área extremadamente polifacética. Benedicto XVI se refiere explícitamente a las “comunidades evangélicas y pentecostales” como realidades muy activas y los principales agentes de este cambio.

En este punto hace la pregunta “por qué” antes de averiguar “qué hacer”.  En lugar de proporcionar su propia idea para explicar la situación, Ratzinger cita el documento redactado por la Conferencia de Obispos Latino Americanos de 2007 que ofrece una interesante visión . La sección aplicable del documento (n. 22) citada  verbatim  por el Papa,  puede resumirse de esta forma: la mayoría de personas que abandonan la Iglesia Católico Romana en América Latina no lo hacen a causa de lo que los grupos “no católicos” creen, sino debido a la manera en que viven. La razón fundamental no es doctrinal sino que está relacionada con el estilo de vida. Los problemas que perciben no son dogmáticos, sino pastorales. No se distancian de la Iglesia Católica por razones teológicas, sino a causa de cuestiones prácticas .

En otras palabras, el desafío que los pentecostales y los evangélicos representan para la Iglesia Católico Romana tiene poco que ver con sus diferentes doctrinas de la Biblia, la autoridad, los sacramentos, la Iglesia, la salvación, etc., sino con la calidad de vida que parecen tener y que pueden ofrecer a los que vienen de afuera.

 LA RESPUESTA ES AÚN MÁS CATOLICISMO
 La respuesta al “qué hacer” es sencilla y es la consecuencia de la pregunta “por qué”. No hay nada que cambiar en lo que se refiere a la doctrina de la ICAR. El reto es llegar a ser “mejores” católicos : más hospitalarios, más completos, más compasivos.

Realmente, el Papa alienta a los obispos colombianos a lograr una mejor calidad de vida para los católicos fomentando los rasgos distintivos “católicos” que alberga el alma latino americana: el cumplimiento de las tradiciones de la ICAR, la profundización de la espiritualidad mariana y la práctica de una vida devocional más rica.

El remedio no es menos catolicismo romano y más evangelicalismo, sino que en su lugar se necesita convertir al catolicismo romano para que sea más rico y más profundo que el evangelicalismo práctico.

 ENTRE EL HARDWARE Y EL SOFTWARE
 Para decirlo sencillamente, a los ojos del Papa el evangelicalismo no parece que tenga un “hardware” teológico que sea lo suficientemente sólido para ser una alternativa real al catolicismo romano .

Este Papa ha argumentado reiteradamente que el evangelicalismo es demasiado líquido en su doctrina e inestable eclesiásticamente para tomarlo seriamente como una contrapartida teológica.  No obstante, lo que tiene el evangelicalismo es un buen “software” de la vida cristiana y un mejor enfoque de la misión espiritual que el que pueda ofrecer al pueblo el catolicismo latino americano. Por lo tanto, los católicos deberían mejorar su “software” sin cambiar su “hardware”  tan bien establecido.

Deberían perfeccionar el rendimiento reforzando su ADN. Finalmente, deberían optimizar sus actuaciones mediante una estrecha y permanente colaboración con lo que enseña su  Catecismo.

El discurso del Papa a los obispos colombianos es otro ejemplo de la forma en que Benedicto XVI percibe el evangelicalismo: un curioso experimento que atrae a la gente con su habilidad para agarrar con sus expectativas experienciales, pero con poca sustancia teológica para preocupar realmente a la Iglesia Católico Romana.

También nos recuerda el camino a seguir que el Papa prevé para el futuro de su Iglesia: una renovación interior sin ninguna reforma doctrinal, aferrándose mejor a su pasado y a la tradición viva.

 Traducción: Rosa Gubianas

40. El Vaticano: ¿un nido de cuervos?

 Existe un conjunto de preguntas radicales que es necesario efectuar para aprehender espiritualmente estos acontecimientos.

17 DE JUNIO DE 2012

 Cada institución tiene sus problemas y sus conflictos. Crear continuos enfrentamientos entre personas, oficinas y servicios que deben trabajar juntos forma parte de la condición humana caída.

El pecado también es capaz de organizar estructuras del mal que maniobran y manipulan al colega contra el colega, al amigo contra el amigo, etc. y la Iglesia no es una excepción. Desde su comienzo y hasta la segunda venida del Señor Jesús la Iglesia será también un lugar de incesantes conflictos internos.  La definición de Martín Lutero del cristiano como  simul iustus et peccator  (es decir, justo y pecador al mismo tiempo) se aplica, asimismo, a la iglesia como el cuerpo de Cristo .

El problema es que cuando la Iglesia se convierte en algo más de lo que se supone debe ser, sus operaciones se ven a menudo afectadas por lo peor.

 Dicho esto, ¿qué diablos está pasando en el Vaticano? En las últimas semanas y meses, el Vaticano ha aparecido más que nunca en los tiempos recientes como un lugar de juegos sucios de poder entre los cardenales, luchas entre los grupos eclesiásticos y crecientes tensiones en torno al mismo Papa.

 La (falta de) espiritualidad del gobierno del Vaticano se ha hecho evidente y muchos observadores han advertido fácilmente la última confrontación que allí está aconteciendo. Dejando de lado la tendencia moralista de juzgar por el purismo ético (si alguna organización está sin pecado, sea la primera en arrojar la piedra, Juan 8:7), ¿qué puede decirse de este último estallido de asuntos vaticanos opacos?

 EL SECRETARIO DE ESTADO EN CUESTIÓN
Los recientes hechos hacen referencia a una gran variedad de personas y temas. El Presidente del Banco Vaticano (o sea, el Instituto para las Obras de Religión) fue despedido inesperadamente mediante un procedimiento muy expeditivo.

Como explicación al margen,  el Banco Vaticano ha estado implicado históricamente en muchos escándalos financieros y asuntos turbios debido a sus políticas “secretas” . Al presidente despedido se le había asignado la tarea de poner al banco en la “lista blanca” pero, aparentemente, él quería mayor transparencia, en tanto que otros funcionarios ya se sentían cómodos con la que había.

Entonces,  diversa correspondencia se filtró de las oficinas vaticanas -¡incluso del apartamento papal!- y se entregó a la prensa . Al instante se publicó en Italia un libro que contenía todas aquellas cartas y que ahora es el máximo “best-seller”. Surgió una intrigante historia de espías que podría haber sido escrita por un novelista profesional del estilo de Dan Brown.

 El mayordomo del Papa fue detenido, pero es evidente que él no actuó solo ni por su cuenta . Las investigaciones de la policía se están llevando a cabo precisamente en relación de cómo pueden “los cuervos” estar escondidos en el Vaticano, es decir, gente que está maniobrando hábilmente la fuga de documentos con el propósito de atacar a otros.

 Una atmósfera de sospecha reina dentro y fuera del Vaticano . Históricamente la política del Vaticano ha sido de secretismo, no de transparencia y, por lo mismo, los movimientos y las operaciones internas se han escondido y encubierto bajo los intereses del sistema. Ahora algunas de las tramas se revelan al público y las palabras de Jesús sirven como un recordatorio útil: “No hay nada encubierto que no haya de ser revelado, ni oculto que no haya de ser conocido” (Lucas 12:2).

 Varios comentaristas han sugerido algunas claves interpretativas sobre lo que está sucediendo. Para algunos, es un escándalo completamente “italiano” dentro del Vaticano, es decir, un juego político que se asemeja a la sucia política del estado vecino.

 Otros creen que todas estas movidas están probablemente más relacionadas con el próximo cónclave , o sea, la futura elección del nuevo Papa. Desde que Benedicto XVI (que ahora tiene 85 años) está a punto de nombrar otros cardenales electores, varios individuos de la curia toman posiciones y luchan contra los partidos contrincantes para influir en las decisiones del Papa.

No obstante,  la explicación más plausible y general tiene que ver con el actual Secretario de Estado, cardenal Tarcisio Bertone, cuyo papel es similar al de un Primer Ministro . Aunque es amigo de Ratzinger desde hace mucho tiempo, no procede de la escuela “diplomática” y sus métodos de liderazgo se sienten como algo inusual para un Secretario de Estado del Vaticano.

La oposición curial a Bertone se ha vuelto cada vez más ruidosa y está en el trasfondo de las diversas conspiraciones típicas que se están produciendo. Aparentemente, Benedicto XVI no tiene intención de retirar a Bertone de su ministerio, por lo que nadie sabe lo que ocurrirá en un próximo futuro.

 El panorama general es decadente y opaco y tendrá el probable efecto de alimentar el escepticismo y el cinismo de la gente.

 UNA PREGUNTA MÁS RADICAL
Todas estas explicaciones políticas son posibles y deben tomarse seriamente en cuenta. Sin embargo, ésta no es la historia completa.  Existe todavía otro conjunto de preguntas radicales que es necesario efectuar para aprehender espiritualmente estos acontecimientos.

 Estos últimos eventos tan tristes que el Vaticano está experimentando están todos relacionados con el hecho de ser un estado, una Iglesia-Estado con un gobierno , departamentos, un banco, diplomáticos, etc.

 La pregunta crucial es: ¿necesita la Iglesia poseer un banco para administrar sus organizaciones benéficas? ¿Necesita la Iglesia ser un estado para cumplir su misión bíblica? ¿Necesita la Iglesia un sistema tan aparatoso como un imperio para ser fiel a su llamado misionero?

 Estas funciones se encuentran en el corazón del Vaticano pero son extensiones innecesarias para la Iglesia.LaIglesia no es un estado ni necesita estados cotorra que tengan bancos, soldados y diplomáticos.

Muchos comentaristas, incluso los más astutos e inteligentes, leen e interpretan las recientes noticias acerca del Vaticano sin hacerse estas preguntas elementales que son de naturaleza espiritual.

Los cristianos, en cambio, deberían tratar de evaluar la realidad con la “mente de Cristo”.  Sin ninguna insinuación de superioridad moralizadora, todos los que están interesados en crecer en Cristo deberían tomar la siguiente exhortación como su programa: “Despojémonos de todo peso y del pecado que tan fácilmente nos enreda”  (Hebreos 12:1).

Desde los tiempos del Imperio Romano, el Vaticano ha estado acumulando tantas características imperiales que han llegado a transformar la Iglesia en algo diferente. ¿Estará dispuesta a deshacerse de ellas por el bien del Evangelio?

 El problema real no es sobre cuervos o filtraciones o conspiraciones. La cuestión de fondo es: ¿dónde está la Iglesia de Jesucristo en todo esto?

 Traducción: Rosa Gubianas

39. Familia e indulgencias, última mezcla vaticana

 Se concederán indulgencias plenarias a los participantes en el Encuentro Mundial de las Familias en Milán.

03 DE JUNIO DE 2012

 El catolicismo romano es maestro en mezclar cosas diversas. Es la religión del “ambos-y” (en latín  et-et ). Uno de los significados de la palabra “católico” es ser lo suficientemente exhaustivo para contener diferentes elementos, incluso los que están en conflicto, en una síntesis superior que permita su coexistencia.

La última evidencia de la práctica concienzuda del “ambos-y” es el anuncio reciente de que  se concederán indulgencias plenarias a los participantes en el Encuentro Mundial de las Familias que está teniendo lugar en Milán  (Italia) del 30 de mayo al 3 de junio.

 ¿QUÉ ES UNA INDULGENCIA?
 La palabra indulgencia evoca un término y una práctica medievales que estuvo en el centro de las controversias doctrinales durante la Reforma Protestante del siglo XVI.

Puede sonar a vocablo anticuado, pero es, sin embargo,  una doctrina orgánica del catolicismo romano actual y una práctica en curso muy extendida . El último pronunciamiento autoritativo fue la bula de Pablo VI  Indulgentiarum Doctrina  (o sea, la Doctrina de las Indulgencias) que se promulgó en 1967, después del Concilio Vaticano II (1962-1965).

Las indulgencias se han otorgado a los fieles en muchos de los acontecimientos significativos (p.e. Años Santos, Jornadas Mundiales de la Juventud, y ahora en el encuentro Mundial de las Familias). Por tanto,  la doctrina de las indulgencias no es una reliquia de una religión medieval, sino una característica definitoria del catolicismo romano desde la Edad Media hasta ahora .

En la bula de Pablo VI se define una indulgencia como “una remisión delante de Dios de la pena temporal por los pecados cuya culpa ya ha sido perdonada”. La misma definición se repite, palabra por palabra, en el  Catecismo de la Iglesia Católica  (n. 1471).

La idea es que, mientras el castigo eterno es perdonado con el sacramento del bautismo, el castigo temporal se remite por una indulgencia otorgada por la Iglesia que aplica a los fieles penitentes “el tesoro de la satisfacción de Cristo y los santos”. La pena temporal puede tenerse en un período de la vida o en el purgatorio y  recibir una indulgencia significa básicamente acortar el tiempo en el purgatorio . La indulgencia, por lo tanto, no concede la salvación, pero elimina cualquiera de las partes (indulgencia parcial) o la totalidad (indulgencia plenaria) de la pena temporal.

La doctrina de la indulgencia, por consiguiente, representa una encrucijada donde varias ramificaciones de la teología católico romana se cruzan: las doctrinas del pecado, la gracia, la vida póstuma (el purgatorio), la comunión de los santos, el poder de las llaves, el tesoro de la Iglesia, etc., están todas involucradas.

Es una doctrina que es más que difícil de cuadrar con las normas bíblicas, a pesar de que es un componente importante que hay que comprender para captar las dinámicas católico romanas de la fe cristiana.

 2. SABOR AGRIDULCE
Lo que de nuevo agita el interés por las indulgencias es el reciente decreto de la Penitenciaría Apostólica (es decir, el tribunal vaticano responsable de las cuestiones relacionadas con el perdón de los pecados en la Iglesia Católica), que otorga indulgencias plenarias a los fieles que tomen parte en el Encuentro Mundial de las Familias en Milán. Se espera que asistan cientos de miles de personas a los diferentes acontecimientos. El mismo Papa estará allí para celebrar una misa al aire libre a la que acudirán un millón de personas.

 Para ganar una indulgencia plenaria en Milán debe cumplirse con tres condiciones: la confesión sacramental, la comunión Eucarística y rezar por las intenciones del Papa.

El Encuentro de las Familias es un importante evento cuyo objetivo es fomentar la institución de la familia como el principal recurso de la sociedad. Esta es una iniciativa bien acogida por todos aquellos que creen en el matrimonio entre un marido y una esposa que están abiertos a ser padres.  En unos tiempos en que toda la narrativa en torno a la palabra “familia” está sujeta a revisiones preocupantes, el Encuentro es una buena noticia para todos los cristianos creyentes en la Biblia. Sin embargo, este sabor dulce se vuelve amargo a causa de los innecesarios accesorios de prácticas no bíblicas, al menos desde un punto de vista no católico .

Sentimientos mezclados acompañan frecuentemente a los creyentes no católico romanos cuando se enfrentan con la realidad del catolicismo romano. Las impresiones positivas van de la mano con las percepciones desconcertantes.

Como los no católicos lidian con el sabor agridulce, vamos a llegar a un acuerdo con la “catolicidad romana”, es decir, su habilidad para mantener unidas diferentes cosas dentro de una amplia síntesis. Mientras el catolicismo romano está dispuesto a trabajar con gente de “buena voluntad” en varios asuntos, aporta siempre la totalidad de su visión y de su conjunto de medidas. No selecciona ningún aspecto a expensas de los demás; puede dar un énfasis temporal a alguno de ellos, pero siempre está preparado para relacionarlo con la totalidad porque un único elemento está invariablemente concebido como una parte del conjunto católico romano.

¿Qué tiene que ver la familia con las indulgencias? Nada para los cristianos no católicos. Mucho para los católico romanos. Está en juego una catolicidad diferente.

 Traducción: Rosa Gubianas

38. Mayo, mes de María, Reina del cielo

 A la Virgen María se la relaciona con la renovación de las cosas y el comienzo de una nueva y fructífera estación.

27 DE MAYO DE 2012

 Estudiar el interés de los católico romanos por el calendario es un ejercicio fascinante.

Al expresar la forma en que secuencian el tiempo, permiten el acceso a lo que el catolicismo romano considera importante para la vida cristiana y para la humanidad en general. La Iglesia Romana siempre ha prestado una gran atención al establecimiento de los ritmos de la vida por configuración y llenándolos de contenido y simbolismo religiosos.

No es por casualidad que nuestro calendario gregoriano (es decir, el calendario occidental) tomara su nombre del Papa Gregorio XIII, quien en 1582 estabilizó el anterior calendario juliano y dio forma al que tenemos actualmente. Merece la pena considerar que nuestra manera de medir el tiempo era decidida básicamente por un emperador romano y más tarde por un papa romano.

 En la Edad Media la Iglesia Romana marcó el calendario cristiano establecido centrándolo en torno a las fiestas tradicionales (p.e. Pascua, Pentecostés, Navidad) y añadiendo la veneración a un santo por cada día del año . Por tanto, se dio a la devoción popular una oportunidad diaria para exaltar las virtudes de hombres y mujeres ejemplares y para rezarles. La práctica de las oraciones intercesoras a los santos fue, además, alentada y es todavía una práctica que define a muchos católicos en todo el mundo. El tiempo está señalado por las prácticas devocionales que transmiten una poderosa cosmovisión religiosa.

Además de los años santos, los festivales anuales, las semanas especiales, los días sueltos y la liturgia de las horas, el calendario católico romano también se centra en meses específicos. Los diferentes ciclos de la vida están saturados de distintos ejercicios litúrgicos y devocionales. Pero hay un mes en particular que merece algunos comentarios.

 ¿POR QUÉ EL MES DE MAYO?
En el calendario litúrgico católico romano, mayo es tradicionalmente el mes de María. En las enciclopedias marianas y en los diccionarios mariológicos la única explicación que se da para la elección de este mes en particular es que mayo es la época del año en que la primavera resplandece, el clima es cálido y los campos empiezan a mostrar la llegada de la creciente cosecha. Como la naturaleza en mayo, por así decirlo, despierta después del invierno, así también la existencia cristiana refleja la revitalización de la vida.  A la Virgen María se la relaciona con la renovación de las cosas y el comienzo de una nueva y fructífera estación.

A finales del siglo XIX, el Día de la Madre empezó a celebrarse en Occidente. Aparentemente, no había ninguna conexión previa con el mes mariano que era una práctica ya bien establecida en la mayoría de las naciones católicas.  El Día de la Madre se inició con el deseo de honrar la memoria de nuestra propia madre. Por supuesto, muchos católicos vieron la aparición del Día de la Madre en mayo como una coincidencia “providencial” para honrar a la Madre  por excelencia , la Virgen María.Los dos significados, el religioso y el laico, están ahora mezclados, dando como resultado un mes cada vez más “católico”.

 ¿QUÉ OCURRE EN EL MES MARIANO?
El mes de María se celebra en una gran variedad de formas. La mariología altamente sofisticada coincide con las prácticas populares, que están profundamente arraigadas en el catolicismo del pueblo. De abajo hacia arriba, los movimientos marianos de base organizan vigilias de plegaria a María a nivel de parroquia, procesiones al aire libre, rosarios y cadenas de oración. La idea es marcar el territorio con la presencia de María. En los santuarios marianos las actividades se convierten en un delirio a causa de las peregrinaciones en grupo. En las homilías incluso se enfatizan más las referencias a las diferentes dimensiones mariológicas y en las librerías católicas se da un interés relevante a los rosarios especiales y a los instrumentos de devoción.

 En mayo, incluso los discursos y las alocuciones papales toman un sesgo más mariano.

Entre el Domingo de Pascua y Pentecostés,  el Papa recita la oración  Regina Coeli  (o sea, “Reina del Cielo”) en lugar del  Angelus  del mediodía en la plaza de S. Pedro . Los peregrinos y los turistas se reúnen para escuchar y rezar con el Papa.

 Regina Coeli  es una antigua oración mariana cuyo texto contiene la mariología católico romana en una cáscara de nuez.

 Reina del Cielo alégrate, aleluya.
 Porque el que mereciste llevar en tu seno, aleluya.
 Ha resucitado, según predijo, aleluya.
 Ruega por nosotros a Dios, aleluya.
 Gózate y alégrate, Virgen María, aleluya.
 Porque ha resucitado Dios verdaderamente, aleluya.

 Oremos. Oh Dios que por la resurrección de tu Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, te has dignado dar la alegría al mundo, concédenos que por su Madre, la Virgen María, alcancemos el gozo de la vida eterna. Por el mismo Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

 En  Regina Coeli  María es la receptora de las oraciones y la intercesora entre la fe y Cristo. Este es el gran énfasis del mes de María.

 Traducción: Rosa Gubianas