37. Iglesia Católica: esencia, realidad y misión

Tanto el tema como el autor hacen de este libro una lectura imprescindible para quienes estén interesados en el catolicismo romano de hoy en día.

20 DE MAYO DE 2012

 Katholische Kirche. Wesen, Wirklichkeit, Sendung (La Iglesia Católica. Esencia, Realidad, Misión) [1] es el último volumen del Cardenal Walter Kasper, una de las voces más interesantes de la teología católico romana contemporánea.

En un libro de más de 500 páginas Kasper, que ahora tiene 80 años, describe tanto su peregrinaje teológico en la Iglesia CR como los principales dogmas de la eclesiología católica con particular referencia al Vaticano II. El libro, por tanto, combina relatos autobiográficos con densos razonamientos teológicos.

 Las obras anteriores de Kasper (p.e.  Jesus the Christ  [Jesús el Cristo], 1976, y  The God of Jesus Christ  [El Dios de Jesucristo], 1984) le convirtieron en uno de los más importantes teólogos posteriores al Vaticano II, algunas veces alineado con las tendencias “progresistas”, pero siempre dentro de las fronteras de la corriente principal del catolicismo. El hecho de que le nombraran cardenal y después Presidente del Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos (2001-2010) atestigua su “ortodoxia” desde el punto de vista del Vaticano. A diferencia de Ratzinger, él no participó en el Consejo, aunque ha sido un ferviente defensor del mismo, como reflejó especialmente la convocatoria para la renovación dentro de la tradición del Vaticano II.

Algunas veces jugó en contra del “conservador” Ratzinger, pero fue en vano. Por ejemplo, hace diez años se enzarzaron los dos en una controversia acerca de un tema eclesiológico, o sea, la primacía ontológica de la “única” Iglesia sobre las iglesias particulares (punto de vista de Ratzinger), o las iglesias “particulares” (el de Kasper) sobre la “única Iglesia”. En otras palabras, ¿la “única y católica” Iglesia debe estar en primer lugar y expresarse en las iglesias particulares o las “diversas y particulares” iglesias constituyen la única Iglesia? La solución fue muy católica: ambas y una; ¡Ratzinger continúa subrayando la “única” y Kasper sigue destacando las “particulares”!

 1. UNA ECLESIOLOGÍA DEL VATICANO II
Este libro es el resultado de toda una vida de reflexión sobre la Iglesia Católica, su realidad sacramental, su aparato dogmático, su tradición histórica y los problemas y desafíos de hoy en día.

Kasper rinde homenaje a sus padres teológicos que dejaron en él una impresión perdurable: (J.S. Drey y J.A. Möhler) de la escuela católica de Tubinga y J.H. Newman, todos ellos del siglo XIX. El primero le dio un “vivo” sentido de la Iglesia como cuerpo sacramental de Cristo; el último le infundió el sentido del “desarrollo en la continuidad” de la tradición de la Iglesia. Según Kasper, el Vaticano II es el resultado de la combinación de ambas tendencias. Su importancia global puede resumirse como “una continuidad acompañada de una renovación creativa” (27).

 El propósito principal del libro es articular una visión de la Iglesia Católica en torno a las categorías de  mysterium  y  communio.  El primero pone de relieve la sacramentalidad de la Iglesia CR, es decir, su condición de ser un signo e instrumento de comunión con Dios y de la unidad del género humano.  El último destaca su catolicidad , o sea, la habilidad de unirse el pasado y el futuro, la fe y la razón, la gracia y las obras, las instituciones romanas y la inspiración católica, el clero y el laicado, el papado y los movimientos, los vivos y los muertos, Cristo y María, etc.

Ante este espeso punto de vista católico romano, los informes protestantes de la iglesia parecen estar empañados por el “docetismo eclesiológico” (158) y la diferencia entre las dos es “fundamental” (263). Mientras que la Iglesia de Jesucristo subsiste en la Iglesia Católico Romana en su plenitud, existe también en otras comunidades cristianas, aunque en formas defectuosas.  Kasper se adhiere al “concepto de niveles” de la Iglesia (261 y 291) mediante el cual la Iglesia Católico Romana permanece en el centro y las demás iglesias giran a su alrededor según la proximidad o distancia de aquella.

Esta es la eclesiología estándar del Vaticano II. Kasper espera que el “espíritu” del Consejo continúe respirando en la Iglesia Católico Romana para fomentar la renovación dentro de los parámetros de la Tradición. A pesar de las pasadas controversias, reales o ficticias, este programa está muy próximo al del Papa Benedicto XVI.

 2. SIN NOTICIA DE LA TEOLOGÍA EVANGÉLICA MODERNA
 A través de todo el libro Kasper interactúa con los escritos y la teología de Martín Lutero. El reformador alemán es leído con una crítica respetuosa. Su principal falta fue que él rompió con la Iglesia institucional mientras que otros santos, a pesar de que también la reprobaban, no se rebelaron nunca contra ella ni su magisterio (229).

Otros reformadores del siglo XVI están menos presentes en el horizonte de Kasper. Esto es comprensible si tenemos en cuenta su procedencia alemana. Por supuesto, el Cardenal también está muy versado en teología ecuménica y hace un extensivo uso de su historia, diálogos y literatura, sobre todo de aquellos que provienen de la ortodoxia oriental y de la línea principal de las iglesias anglicanas y protestantes.

 Sólo hay una observación pasajera a los “movimientos y comunidades evangélicos” (53) que está relacionada con el Sur Global. Lamentablemente, no hay ni una simple referencia a los teólogos evangélicos actuales o a movimientos evangélicos significativos como el de Lausana.

Habida cuenta de que Kasper fue el Presidente del Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos durante casi diez años, parece ser que su interacción “profesional” con los evangélicos no aumentó su interés por la teología evangélica.

Pueden haber varias razones para esto: 1. Un prejuicio con relación a la teología evangélica que no la percibe como un discurso serio que merezca su atención; 2. Una evaluación del movimiento evangélico que no considera que tenga una teología interesante o coherente con la que vale la pena interactuar (especialmente su eclesiología); 3. Una falta de autoconciencia evangélica que hace que sea difícil para los evangélicos dialogar con los católicos para que utilicen las fuentes y la literatura evangélicas como instrumentos de trabajo; 4. Una incorrecta introducción de los libros evangélicos en los círculos oficiales católico romanos.

También puede ser una combinación de todo lo dicho anteriormente. El caso es que Kasper está al corriente tanto de la teología católica como de la no católica de hoy en día, excepto de la teología evangélica. Y esto no es muy católico.

 Traducción: Rosa Gubianas

36. Ratzinger cumplió 85 años

Tal vez lo más interesante para reflexionar sea la trayectoria de su pontificado ahora que se ha cumplido el séptimo año.

06 DE MAYO DE 2012

 La semana pasada se dio el caso de la superposición de dos aniversarios entrelazados: el 85 cumpleaños de Joseph Ratzinger y el 7º aniversario de su pontificado. Hubo conciertos especiales, libros conmemorativos, y montones de mensajes le llegaron al Papa deseándole lo mejor.

Incluso recibió la visita del Primer Ministro Italiano Mario Monti acompañado por los miembros de su gabinete, que querían desearle personalmente un feliz cumpleaños. Sin embargo, el Papa “no vendió” su celebración privada a los medios de comunicación y la conmemoró de la manera reservada habitual.

 UN PAPA OCTOGENARIO
 Ochenta y cinco años es una edad notable para el cargo papal. Ahora es el papa más anciano desde León XIII (1810-1903) y puede que sea el “monarca” reinante más longevo de la tierra . Durante los últimos meses ha habido rumores de su voluntad de retirarse a causa del cansancio de la vejez. Ya ha comenzado a usar un bastón para caminar y en las largas procesiones litúrgicas se apoya en un caminador. Después de sus viajes internacionales, siempre se asegura de tener el suficiente tiempo reservado para descansar y recuperarse. Sin embargo, el ritmo de su programa diario desafiaría la resistencia de la mayoría de hombres de 40 ó 50 años.

 El liderazgo de la Iglesia Católico Romana siempre depende del delicado equilibrio entre el carisma personal y la participación del Papa y la burocracia de la curia vaticana, que ahora dirige el Secretario de Estado, el Cardenal Tarcisio Bertone. Parece que Ratzinger presta más atención a la preparación de sus discursos, homilías y obras escritas que a las operaciones diarias de la maquinaria organizativa vaticana . En los últimos meses han ocurrido varios contratiempos (p.e. fugas en agudos conflictos dentro de las oficinas vaticanas y proyectos financieros frustrados) que se explican, en parte, por el liderazgo algo distante de Ratzinger.

 UN PONTIFICADO “CATÓLICO”
 Tal vez lo más interesante para reflexionar sea la trayectoria de su pontificado ahora que se ha cumplido el séptimo año. El reinado de Benedicto no puede evaluarse adecuadamente si no se contempla como una continuidad con su carrera anterior.

Ratzinger ha sido una de las figuras fundamentales en la escena teológica y eclesiástica que siguió al Vaticano II.  Se le consideró “progresista” en su compromiso teológico juvenil para la renovación de la Iglesia, y más tarde “conservador” en su largo período de servicio a su Iglesia como Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe (1981-2005). A Ratzinger se le describe con frecuencia como un teólogo del ala izquierda que se convirtió al ala derecha en sus años maduros. Estas etiquetas, por supuesto, no cuentan para valorar la “catolicidad” de la teología de Ratzinger, que es tanto tradicional como  aggiornata  (es decir, actualizada) .

Al evaluar el pontificado de Ratzinger y su teología como un todo, es peligroso contrastar el tradicionalismo y el progresismo como si fueran tendencias interrumpidas y en conflicto dentro de su obra. Quizás haya habido diferentes énfasis e inquietudes entre las diversas etapas de su carrera, pero la leyenda de la conversión de un teólogo radical al inflexible guardián de la ortodoxia es demasiado ingenua.

 ¿Cómo explicamos entonces este cambio de actitudes e intereses? Depende de la clase de paradigma que utilicemos para interpretar la corriente teológica de la Iglesia CR. En su genialidad teológica, el catolicismo romano de hoy en día es “católico” en el sentido de que abarca tanto el mayor respeto por el patrimonio recibido de la ICR, como el arduo intento de encontrar nuevas formas de articularlo y vivirlo. El resultado es una síntesis dinámica que contiene diferentes elementos dentro del sistema global. Ratzinger compendia muy bien esta clase de catolicismo, fuertemente arraigado en la tradición de la Iglesia, pero también decididamente comprometido con los retos del mundo moderno.

El lema de la revista teológica Communio, con la que está asociado desde 1972, resume a la perfección su visión teológica: “un programa de renovación mediante el retorno a las fuentes de la auténtica tradición”. En otras palabras, no es simplemente la repetición de un patrimonio heredado, sino la renovación a través de una nueva reapropiación de las fuentes bíblicas, patrísticas, litúrgicas y sacramentales.

 El catolicismo puede tomar diferentes giros. El catolicismo de Juan Pablo II era más global en extensión, tomista en la teología, carismático de carácter y mariano en la espiritualidad. El de Benedicto XVI es más occidental en su enfoque, agustiniano en la enseñanza, reservado en el estilo y litúrgico en su ámbito de aplicación. No obstante, ambos contribuyen a la catolicidad global de la Iglesia Romana.

 UN PONTIFICADO “OCCIDENTAL”
 La otra característica destacada de este pontificado es su atención a Occidente. Mientras que Juan Pablo II ensanchó la globalización de la Iglesia Católico Romana, Ratzinger ha puesto a Occidente en el centro del escenario de su objetivo.

 Su continuo parlamento crítico sobre los peligros del relativismo cultural y la típica tendencia de Occidente de deshacerse de sus “raíces” o su “herencia” son la clave para comprender su entero pontificado . Mientras que no queda siempre claro hasta que punto su crítica de la cultura occidental es también una defensa del statu quo constantiniano, él ha corregido algo positivo, a pesar de los puntos de vista abiertamente sentimentales del mundo moderno los cuales estaban presentes en su lugar en el Vaticano II.

La decisión de Ratzinger de crear una marca en el nuevo Consejo Pontificio dedicada a la Nueva Evangelización es una maniobra que tiene a Occidente como su principal objetivo. Lo que está en juego es el atraer de nuevo a los millones de personas bautizadas en la Iglesia CR y que ahora están vagando a la deriva. Aunque, desde el punto de vista sacramental, forman parte de la Iglesia, muchos de ellos están lejos de la misma. La Nueva Evangelización es, por consiguiente, un medio para llamarlos a volver de nuevo al redil.

 Juan Pablo II trabajó para extender las fronteras de la Iglesia, pero Benedicto XVI se afana para reforzar su centro histórico . La apuesta por Occidente es la apuesta de Ratzinger. Su pontificado se mantendrá o caerá por el resultado de la misma.

 Traducción: Rosa Gubianas

35. Siguiente parada, Río de Janeiro

 De la presentación en Roma de la próxima Jornada Mundial de la Juventud se deduce que fuera de la Iglesia CR en Brasil únicamente hay “sectas” y tendencias seculares.

15 DE ABRIL DE 2012

 Los próximos años serán verdaderamente importantes para Río de Janeiro . En Junio de 2012 se celebrará la “Cumbre de Desarrollo Sostenible de la ONU, Río+20”, en 2014 tendrá lugar el “Campeonato Mundial de Fútbol” y, posteriormente en 2016, los “Juegos Olímpicos” impulsarán la ciudad al primer plano del mundo. Teniendo en cuenta que Brasil está emergiendo como una de las más dinámicas economías BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), estos acontecimientos serán probablemente otra promoción para el país entero, o al menos esto es lo que los medios de comunicación opinan.

 Pero hay aún otro evento que atraerá la atención hacia Río y esta vez será por un motivo religioso. La próxima Jornada Mundial de la Juventud (WYD por sus siglas en inglés), organizada por la Iglesia Católico Romana se celebrará en Julio de 2013 . Los preparativos ya están en marcha e implicarán a más de dos millones de jóvenes procedentes de todo el mundo.

 1. DE MADRID 2011 A RÍO DE JANEIRO 2013
 La WYD empezó en 1986 en Buenos Aires como una respuesta católica a la cultura juvenil emergente . Hasta ese momento, los conciertos de rock y los mítines políticos eran los principales acontecimientos capaces de atraer a miles de jóvenes. Juan Pablo II alentó a la Iglesia CR a convertirse en un catalizador para la juventud, intentando ofrecer un programa que se adaptase tanto a la tradición católica como a las expectativas de la generación más joven.

 El objetivo general de la WYD ha sido siempre mostrar la cara “joven” de la Iglesia y su actitud acogedora hacia la juventud. Esto se consigue mediante una mezcla de prácticas tradicionales que se encuentran en el corazón del catolicismo romano (p.e. misas, confesiones auriculares, catequesis, procesiones, vigilias de oración a María y a los santos, etc.) y eventos culturales que muestran la adaptabilidad de la Iglesia a la cultura de la juventud (p.e. conciertos pop, exhibiciones de arte, acontecimientos culturales, etc.).

En su discurso de la Víspera de Navidad de 2011 a la Curia Romana, el Papa Benedicto XVI dijo que las WYDs son expresiones de la Iglesia universal, centradas en la Eucaristía, estimulando el Sacramento de Reconciliación (o sea, la confesión) y caracterizadas por la alegría juvenil.

 La última WYD fue celebrada en Madrid en 2011 y la próxima lo será en Río de Janeiro en 2013 . La semana pasada tuvo lugar una conferencia en Roma donde la delegación española pasó el testigo a la delegación brasileña en presencia de los Arzobispos de Madrid y de Río de Janeiro, lo cual proporcionó la oportunidad a ambos para evaluar la última edición e iniciar la preparación de la siguiente. Es esta última la que ofrece algunos aspectos interesantes a considerar.

 2. EL CUADRO MÁS GRANDE
 La WYD regresa a América Latina después de su primera edición en 1986. Después de la reciente visita del Papa Ratzinger a Méjico y a Cuba, ésta será la siguiente ocasión del Papa para visitar América Latina. Este continente se encuentra cada vez más en el radar mundial CR en este capítulo actual de la historia .

Al presentar la edición Río de Janeiro, el Arzobispo Orani Joâo Tempesta dijo que el 44% de los católicos del mundo son latinos y, por consiguiente, la Iglesia CR tiene un interés particular por lo que allí ocurre.  Además, la ICR muestra números decrecientes debido a la expansión de “ nuevas sectas ”  (ésta es su expresión) y a las crecientes tendencias secularizantes. América Latina todavía demuestra tener un enorme “capital espiritual” y una profunda “alma religiosa”, pero está malgastando el primero y se está marchitando la última.

 La WYD es, por lo tanto, una manera de revertir la marea relanzando las proclamas católicas sobre el Continente Latinoamericano, eligiendo como objetivo a la juventud. Estos nuevos acontecimientos inquietantes, dijo el Arzobispo, no pueden borrar las “raíces” católicas de Brasil y la meta a largo plazo es ayudar a la juventud a redescubrir sus “raíces” en la tradición católica.

Irónicamente, parece que la forma de avanzar es ir hacia atrás.

 3. LA LUCHA CONTRA UNA FE “LOW COST”
 De la presentación del Arzobispo se deduce que fuera de la Iglesia CR en Brasil únicamente existen las “sectas” y las tendencias seculares. En la geografía espiritual del país parece que no hay lugar para los no católicos, a pesar de que los cristianos ortodoxos como los evangélicos no son ciertamente una pequeña minoría en Brasil . El mundo cristiano es más complejo que un retrato en blanco y negro y el uso despectivo de la palabra “secta” aplicada a todo lo que no sea católico romano es un motivo de preocupación permanente.

 Invitado a que se explicara mejor acerca de la amenaza de estas “sectas” en una conferencia de prensa en el Vaticano, Tempesta las calificó de grupos “Pentecostales” y “Neo-Pentecostales” y mencionó su “proselitismo” como una característica negativa.

Aparte de la falta de categorías adecuadas para describir un fenómeno tan complejo como es el paisaje religioso en Brasil, también existe la confirmación de cómo ven los católicos el evangelicalismo popular.  En una intrigante expresión, el Arzobispo habló sobre su fe de “bajo coste”. “Bajo coste” acaso signifique una forma frívola, superficial y aguada de creer sin pertenecer a ninguna religión . En otras palabras: una fe sin raíces que se enfrenta a la llamada de las “raíces” católico romanas. Si Bonhoeffer habló del peligro de una “gracia barata”, ahora nos informan del peligro de una fe de “bajo coste”.

 A pesar de lo que la jerarquía católica dice y de lo que no dice sobre el evangelicalismo, la imagen que el movimiento representa debe causar cierta impresión. “La sola gracia” y “sólo la fe” son consideradas con demasiada frecuencia como un contrabando de una “gracia barata” y una fe de “bajo coste”. ¿No creen que tenemos un problema en alguna parte?

 Traducción: Rosa Gubianas

34. Lo que el Vaticano oculta de la Biblia

 Una exposición del Vaticano sobre la Historia de la Biblia, con algunos puntos ocultos

01 DE ABRIL DE 2012

 Las personas que visiten la Plaza de San Pedro antes del 15 de Abril se encontrarán con una atracción interesante e inesperada. En el Braccio di Carlo Magno (o sea, el ala de Carlomagno) al lado de la basílica de San Pedro, bajo la columnata de Bernini en la parte derecha de la plaza, una exhibición titulada  Verbum Domini  (la Palabra del Señor) llamará su atención. El coloreado folleto italo-inglés que pondrán en sus manos les invita a “Dar un paseo por la historia de la Biblia en esta colección privada de textos bíblicos poco frecuentes y objetos de enorme importancia”. La entrada es gratuita.

 Verbum Domini  es también el título de la Exhortación Apostólica Post-Sinodal publicada en 2010 por Benedicto XVI, en la cual el Papa resumía la interpretación actual católico romana de la Palabra de Dios, es decir, una Tradición viva que incluye la Biblia y que el Magisterio de la Iglesia interpreta fielmente. La conexión entre el texto papal y este certamen es clara e indica el intento de subrayar la importancia de este tema.

 1. UNA EXPOSICIÓN FASCINANTE…
 Esta muestra se armó a partir de colecciones privadas procedentes de todo el mundo, principalmente de la “Green Collection”, la colección privada más grande del mundo de textos bíblicos y documentos raros.

Desplegada en 8 galerías, 152 textos y artefactos bíblicos excepcionales muestran la historia de la Biblia: desde antiguos rollos a textos copiados y volúmenes impresos del siglo XVII; desde el hebreo al griego, al latín y a otras lenguas vernáculas; desde Qumran a Europa y al resto del mundo.

 A continuación están detallados algunos de los elementos más relevantes de la exposición:
1 Codex Climaci Rescriptus, una de las primeras Biblias casi completas, que sobreviven y que contiene los más extensos textos bíblicos tempranos en la lengua familiar de Jesús, o sea, el arameo palestino.
2 Rollos.
3 La  Jeselsohn Stone  también conocida como “la revelación de Gabriel”, es una tabla de arenisca de tres pies de altura y 150 libras de peso, descubierta cerca del Mar Muerto en el Jordán y que contiene 87 líneas de un texto hebreo de finales del siglo I aC.
4 La BibliaGutenbergLibro de Romanos, el primer libro impreso en Occidente con tipografía móvil.
5 La Biblia Políglota Complutense,  la primera edición multilingüe de toda la Biblia.

En la primera galería, hay también dos rollos medio quemados de la Tora que escaparon de la total destrucción intentada por los nazis y estalinistas. Son un testimonio conmovedor de la continua batalla que rodea a la Biblia.

 2. PROPÓSITOS INTERRELIGIOSOS Y ECUMÉNICOS
 La exposición tiene un objetivo ambicioso. En palabras de los organizadores, “la Palabra de Dios, concretamente, es una manera de celebrar el amor interreligioso que muchas tradiciones sienten por la Biblia y, creemos que es una forma de compartirlo con el mundo”.

Las tradiciones judías, ortodoxas orientales, católicas y protestantes están todas representadas en ella. Por parte del Vaticano, esto es lo que dijo en la inauguración el Cardenal Farina, Prefecto de la Biblioteca Vaticana, acerca de la exhibición: “El título  Verbum Domini  se eligió para destacar la concepción ecuménica de esta exposición, y también su sede aquí en el Vaticano. El origen de los documentos, el predominio de la “Green Collection”, y los que proceden de otras colecciones ponen de relieve la participación de las denominaciones cristianas. Ya que en la realidad, la Biblia une, aunque demasiadas personas opinen lo contrario, el hecho es que es un punto fuerte de unión”.

Justo lo suficiente.  Pero, ¿por qué en el catálogo que se distribuye a la entrada se lee que “esta muestra celebra la dramática historia de la contribución católica al libro más prohibido, más combatido y más vendido de todos los tiempos”? La extensa y general contribución a la historia de la Biblia, ¿se ha convertido en una contribución católica solamente? Quizás sea un error cometido por un editor celoso, pero refleja la cultura provinciana en la que cada institución (incluida la Vaticana) puede quedar atrapada .

 3. LA HISTORIA QUE FALTA
 No obstante, el punto más desconcertante es lo que la exhibición no dice acerca de la historia de la Biblia. Lo que no se dice es tan evidente como lo que se dice .

Toda la trayectoria del sugerente relato es “lineal” hasta el punto de ser históricamente insostenible.  El retrato que se ofrece es que las traducciones “modernas” de la Biblia en lenguas vernáculas se expandieron a través del espectro cristiano y que cada sector de la iglesia cristiana promovió su difusión .

 La realidad es muy diferente. Desde el siglo XII la Iglesia Romana ha prohibido, de diferentes maneras, la circulación de Biblias en la lengua del pueblo .

Estas prohibiciones llevaron a la compilación en 1559, por el Papa Pablo IV, del  Index of Librorum Prohibitorum  (Indice de Libros Prohibidos) donde las traducciones de la Biblia estaban entre los libros vedados. El vehemente ataque efectuado por la Iglesia Tridentina a las traducciones de la Biblia permitió al historiador Gigliola Fragnito hablar de “la Biblia en la hoguera” para describir lo sucedido hasta el siglo XVII en los países dominados por la Iglesia Católica [1] . Aquella prohibición duró varios siglos.

La verdadera historia, por consiguiente, no es el relato suave, pacífico y ecuménico que narra la exposición  Verbum Domini.

 La Biblia es un patrimonio compartido por todos los cristianos y esta verdad está fuera de discusión. Por consiguiente, las exhibiciones históricas de la Biblia deben aspirar a contar la historia de una manera justa y precisa más que a perseguir, con vanas ilusiones, lecturas ecuménicas que son parciales, selectivas y, por tanto, inducen a error.

 Traducción: Rosa Gubianas

33. Teología católica: Escrituras y Tradición hoy

 Puesto que la Biblia es parte de la Tradición y “la Iglesia” es también parte de la Tradición, la Biblia está sometida a la Tradición de la cual “la Iglesia” es la voz viva y actual.

25 DE MARZO DE 2012

 ¿Existe una forma específicamente católico romana de hacer teología? ¿Cuáles son sus marcas distintivas? Estas cuestiones constituyen los antecedentes del documento de 36 páginas publicado recientemente por la Comisión Teológica Internacional  (ITC por sus siglas en inglés).

La Comisión trabajó durante ocho años en su elaboración. Esta larga gestación indica quizás la difícil tarea en la que se embarcó la ITC al redactar el texto titulado  Teología hoy: perspectivas, principios y criterios .

Desde 1969 el papel de la ITC ha sido el de ayudar a la Congregación para la Doctrina de la Fe a examinar las materias doctrinales y ofrecer percepciones nuevas sobre diversos temas teológicos. Este documento es útil porque proporciona una información privilegiada y una concisa perspectiva acerca de cómo se ve la teología como un todo a los ojos del Vaticano.

Después de observar que la teología católica verdadera refleja unidad (no uniformidad) en la diversidad (no fragmentación),  el documento hace hincapié en el hecho de que la teología tiene tres características principales: “surge de escuchar la Palabra de Dios”, “se sitúa a si misma consciente y fielmente en la comunión de la Iglesia” y “está orientada al servicio de Dios en el mundo”. Las secciones más interesantes del documento son las dos primeras  en las que se tratan temas teológicos sensibles que son cruciales también para otras tradiciones teológicas.

 VISIÓN “VIVA” DE LA PALABRA DE DIOS
 Lo que más sobrecoge al lector evangélico, antes que nada, es la destacada referencia a la Palabra de Dios que se da en el documento. En la teología católica la expresión “Palabra de Dios” tiene un significado amplio, elástico y dinámico, mucho más allá de los contornos de la Palabra escrita de la Biblia .

La ITC recuerda que el cristianismo no es una “religión del libro”, sino una “religión de la palabra de Dios”. La primera es “una palabra escrita y muda”, la última es “la Palabra encarnada y viva”. Se hace una aguda distinción entre la Palabra escrita y la Palabra viva como si las dos pudieran ser fácilmente polarizadas.  La Palabra católica contiene tanto las Escrituras “como un testimonio inspirado de la revelación” como “la Tradición viva de la Iglesia”. La Escritura y la Tradición constituyen la “suprema regla de la fe”.

La ITCquiere que comprendamos una vez más cual es la teología católico romana estándar de la Palabra de Dios después del Vaticano II.  La Biblia es ciertamente importante, pero la Biblia es únicamente parte de una más amplia Tradición viva que es proclamada con fidelidad “sólo sobre el fundamento de los apóstoles y en la sucesión apostólica”.

Tanto el fundamento doctrinal establecido por los apóstoles, como el continuo ministerio apostólico ejercido por la jerarquía son necesarios para tener acceso a la Palabra de Dios. El Magisterio de la Iglesia CR es, por tanto, esencial para tener la completa Palabra de Dios.

 LA TRADICIÓN COMO LA PALABRA DE DIOS
 La idea de Tradición es primordial para la ITC y es, probablemente, el indicador más elevado de lo que significa para una teología que ésta sea católico romana .

La Tradición se define como un complejo total con varios componentes vitales: “un estudio constantemente renovado de la Sagrada Escritura, el culto litúrgico, la atención a lo que han enseñado los testigos de la fe a través de los siglos, la catequesis que fomente el crecimiento de la fe, el amor a Dios y al prójimo demostrado de una forma efectiva, el ministerio eclesial estructurado y el servicio que da el magisterio a la Palabra de Dios.

 La totalidad de la Iglesia Católico Romana está inherentemente involucrada en la Tradición. En cierto sentido, la ICR está tan inmersa en la Tradición que posiblemente no puede ser corregida por las Escrituras .

La ICR forma una parte tan inextricable de la Tradición que la Biblia no puede estar por encima de “la Iglesia”.  Puesto que la Biblia es parte de la Tradición y “la Iglesia” es también parte de la Tradición, la Biblia está sometida a la Tradición de la cual “la Iglesia” es la voz viva y actual.

En una reveladora declaración, el documento de la ITC dice que “la Escritura es el primer miembro de la tradición escrita” lo que implica que hay otros miembros de la misma tradición que llegan después y que definen la tradición en la medida de la Escritura. La diferencia está en que la voz “viva” del magisterio tiene la última palabra, mientras que la “escrita” es solamente uno de los componentes anteriores de la Tradición.

 TEOLOGÍA Y MAGISTERIO
No es ninguna sorpresa leer que “la fidelidad a la Tradición Apostólica es un criterio de la teología católica”. Mientras que la investigación se recomienda en todas las direcciones, “la disidencia hacia el magisterio no tiene lugar en la teología católica”. Al magisterio se le ha dado el  charisma veritatis certum  (es decir, el carisma de la verdad) al que debe someterse la teología. Por consiguiente,  el papel de la teología consiste en investigar y articular la fe de “la Iglesia”, pero es el magisterio el que “proclama la fe y la interpreta auténticamente”.

 “Theology Today”  (La Teología Hoy)ofrece un honesto esbozo de lo que significa hacer teología a la manera católico romana.  Dei Verbum  y  Lumen Gentium  (dos documentos fundacionales del Vaticano II) son los pilares principales en lo que se refiere a las doctrinas de la Revelación y de la Iglesia. La labor de la teología se encuentra entre los dos. El documento no presenta nada nuevo, sino que es sólo una reafirmación de los puntos de vista y los intereses magisteriales del post-Vaticano II.

 Traducción: Rosa Gubianas

 

32. Nuevos cardenales para el próximo Cónclave

 Se puede obtener un posible retrato del próximo Papa.

26 DE FEBRERO DE 2012

 La apertura del Anuario Pontificio no es una tarea fácil. Este grueso libro de más de 2350 páginas contiene toda clase de información sobre quien es quien en el Vaticano y lo que allí ocurre. A pesar de los problemas prácticos para manejarlo es, sin embargo, una mina de información valiosa acerca del centro neurálgico de la Iglesia CR y de la Ciudad del Vaticano.

Por ejemplo, se puede leer que los títulos oficiales del Papa son los siguientes: “Obispo de Roma”, “Vicario de Jesucristo”, “Sucesor del príncipe de los Apóstoles” (o sea, Pedro), “Sumo Pontífice de la Iglesia Universal”, “Primado de Italia”, “Arzobispo y Metropolitano de la Provincia de Roma”, “Soberano del Estado de la Ciudad del Vaticano”. Pero, el último de ellos, “Siervo de los siervos de Dios” está en evidente contraste con la grandeza de los anteriores.

 PODER ABSOLUTO, CON UNA EXCEPCIÓN
 La lista de los títulos papales es un tanto sorprendente y abarca los oficios religiosos, las labores políticas y las responsabilidades organizativas. El Papa es uno de los últimos ejemplos de soberanía absoluta . Los poderes ejecutivo, legislativo y jurídico están todos concentrados en su persona. Hasta el día de su muerte, el Papa será el Papa.  La única restricción de su poder es que no puede elegir a su sucesor . En otras palabras, el papado no es una dinastía familiar.  Esta tarea se reserva al Colegio de cardenales electores , o sea, los cardenales que tienen menos de 80 años, quienes se reúnen en “cónclave”(del latín  cum clave,  es decir, cerrados con llave) en la Capilla Sixtina para votar al nuevo Papa.

 Esto no quiere decir que el Papa reinante no influya en el voto para la elección del siguiente. En realidad, juega un papel estratégico, aunque él no estará presente (¡). De hecho, el Papa tiene la autoridad para seleccionar a los nuevos cardenales. De esta forma, al elegir a los nuevos “príncipes” de la Iglesia CR, constituye el Colegio que elegirá a su sucesor . Esto le da un influencia real, si bien indirecta en el proceso de selección del siguiente Papa.

 Si se analizan a los miembros elegidos del Colegio (o sea, su peso espiritual y su procedencia eclesiástica) es posible, por tanto, describir una imagen bastante precisa y verosímil de quien será el sucesivo papa .

 LOS NUEVOS CARDENALES “DEL NORTE”
El 18 de Febrero, el Papa Ratzinger “creó” (éste es el verbo técnico) 22 nuevos cardenales, aunquesólo 18 de ellos llegarán a ser parte del Colegio elector debido a que tienen menos de 80 años. El Colegio está compuesto pues de 125 cardenales, un número que disminuirá en un corto espacio de tiempo ya que algunos de sus miembros cumplirán pronto 80 años y, por tanto, quedarán excluidos del mismo.

 Demos una ojeada al mapa geográfico del Colegio. Lo más interesante es la proporción entre las macro-regiones . Por una parte, hay  67 europeos  (más de la mitad del Colegio), y  si a éstos añadimos los norteamericanos y el único de Oceanía, el número de cardenales procedentes de la parte Norte del globo es de 83 sobre 125 . Por la otra parte,  los cardenales latinoamericanos, africanos y asiáticos son sólo 41 .

Casi dos tercios del Colegio vienen de las poderosas y antiguas iglesias fundadas en Occidente, aunque la mayoría de estas iglesias se enfrentan actualmente a una fase de declive de larga duración. Únicamente un tercio del Colegio llegan de iglesias del Sur que son más jóvenes, menos tradicionales, quizás más pobres, pero que están creciendo en términos tanto de práctica como de vocaciones al sacerdocio.

 Por lo tanto, en el Colegio está ahora mejor reflejado el rostro “más antiguo” de la Iglesia CR que su “nuevo” perfil . Es un Colegio con una distintiva fisonomía “Ratzingeriana”. ¿Significa esto que el Papa Ratzinger desea que su sucesor sea un Papa del Norte que compartirá su énfasis en el llamado a los Países Occidentales para que retornen a la Iglesia CR? ¿Quiere esto decir que el Occidente secular será el primer tema en la agenda del próximo Papa como lo es en la de Benedicto XVI?

 EL PODER DE LA CURIA
 La otra característica notable a considerar es el papel de los cardenales electores. Después de la creación de los 22 nuevos, 44 de ellos pertenecen ahora a la Curia Romana. Dicho de otra forma, son personalidades eclesiásticas de alto rango que viven en Roma y dirigen varios departamentos vaticanos, pero que no tienen funciones pastorales directas.

 Ellos aportan a la Iglesia una perspectiva más “romana” que “católica” (o sea, universal). Mientras que los obispos de todo el mundo tienen una experiencia de primera mano en conducir una iglesia, incluso en la parroquia y en las organizaciones a nivel de base, la Curia Romana tiene una cultura autoreferencial más “política”.

Hablando en términos generales, son más hábiles diplomáticos que predicadores y pastores. Su pericia está más en el derecho canónico que en la misionología.

 Sumando estos dos indicadores, se puede obtener un posible retrato del próximo Papa : un cardenal del Norte con un alma distintiva “romana”. Es posible que el siguiente Papa sea totalmente diferente, pero al menos su descripción corresponde muy bien al pronóstico de Benedicto XVI.

 Traducción: Rosa Gubianas

 

31. La Nueva Evangelización y sus silencios

Lo que es llamativo es la ausencia de autocrítica en lo que se refiere a la Iglesia CR.

12 DE FEBRERO DE 2012

 La Nueva Evangelización es la expresión de moda para casi todo lo que sucede en el Vaticano. Lleva camino de convertirse en el eslogan del pontificado de Ratzinger dada la atención que le prestan . Benedicto XVI instituyó un nuevo Consejo Pontificio en 2010 dedicado completamente a la Nueva Evangelización, la cual es mencionada en casi todos sus discursos y se está transformando, lenta pero firmemente, en el tema general de muchos de los proyectos que patrocina el Vaticano.

 El Presidente del departamento vaticano recientemente creado, Mons. Rino Fisichella, acaba de publicar un libro ( La nuova evangelizzazione,  Milán: Mondadori, 2011) donde explica detalladamente el significado de la Nueva Evangelización y ofrece una interesante perspectiva de la dirección que va a tomar esta iniciativa.

Fisichella fue durante muchos años profesor de Teología Fundamental (o sea, la forma CR de definir una disciplina que está entre la Apologética y la Teología Sistemática) y después Rector de la Universidad Pontificia Lateranense, una de las mayores y más prestigiosas instituciones académicas de Roma. Después de pasar gran parte de su vida reflexionando sobre la relación, a menudo turbulenta, entre la fe y el mundo moderno, Benedicto XVI le llamó con el fin de conducir los esfuerzos del Vaticano a la movilización de la Iglesia CR hacia la Nueva Evangelización. De la silla a la plaza, por así decirlo.

 1. LO QUE ES LA NUEVA EVANGELIZACIÓN
Fisichella deja claro que  la Nueva Evangelización es aplicable a aquellos países donde la Iglesia CR está establecida desde épocas antiguas  y donde la primera proclamación del Evangelio resonó hace ya muchos siglos. Reconoce el hecho de que la palabra “evangelización” y el vocabulario que la rodea se han tratado con recelo en los círculos CR debido a su uso y connotaciones “protestantes”. Misión y catequesis fueron los términos preferidos y tradicionales durante mucho tiempo. El lenguaje de la evangelización sólo empezó a utilizarse después del Vaticano II.

 La expresión “Nueva Evangelización” fue acuñada por Juan Pablo II en 1979 y posteriormente logró un significado teológico técnico . Su especificidad tiene que ver con sus receptores, o sea, las masas que han sido bautizadas en la Iglesia CR, pero que han “perdido el sentido vivo de su fe”. El objetivo de la Nueva Evangelización es llamarles a regresar a la  madre iglesia .

 2. POR QUÉ ES NECESARIA LA NUEVA EVANGELIZACIÓN
Fisichella se embarca en el intento de analizar las causas de la transición a una incredulidad práctica. La raíz de la crisis occidental está en la transformación del proceso de secularización en un fuerte movimiento que se dirige hacia el secularismo. El primero es un proceso sociológico que refleja el pluralismo, el último es una nueva religión dogmática que es anti-cristiana. Esta nueva postura olvida la rica “síntesis entre el pensamiento greco-romano y el cristianismo” y lo reemplaza por una ideología de indiferencia religiosa y relativismo. En un enérgico comentario,  Fisichella arguye que “la patología que aflige hoy al mundo es cultural” y no se puede atribuir por completo al secularismo.

Esta es una lectura estándar de las tendencias culturales de Occidente a partir de un punto de vista tradicional.  Lo que es llamativo en la, por lo demás, matizada reconstrucción de Fisichella, es la ausencia de autocrítica en lo que se refiere a la Iglesia CR.  La carga de la crisis actual se hace recaer únicamente en el secularismo, mientras parece que las iglesias no tienen ninguna responsabilidad. A pesar de que deplora la profunda ignorancia que mucha gente muestra en lo que concierne a los principios de la fe cristiana, pasa por alto un punto, que es bastante obvio, sobre quien tiene la culpa de ello, posiblemente en parte, pero no por ello menos verdadera.  ¿Estamos seguros de que las iglesias europeas no tienen ninguna responsabilidad en la crisis cultural y espiritual de hoy en día, especialmente cuando muchos países pretenden tener el 70%, 80%, 90% de bautizados?  ¿No hay algo incorrecto en su teología de iniciación cristiana? ¿No hay un problema en su impacto catequístico? ¿No existe algo torpe en su testimonio del Evangelio?  Finalmente, ¿están las iglesias libres de culpa en la confusión espiritual de Occidente? Pues Fisichella, esta cuestión ni tan siquiera la menciona.

 3. NUEVA EVANGELIZACIÓN… NUEVO HUMANISMO
La NuevaEvangelizaciónes necesaria porque Occidente ha dado la espalda a sus raíces cristianas y ya es hora de revertir la marea.  Según Fisichella, el campo de batalla es cultural, el asunto en juego es antropológico, la labor que la iglesia tiene delante es fomentar un Nuevo Humanismo, es decir, una síntesis más avanzada entre los valores cristianos y el patrimonio greco-romano a través del redescubrimiento de las virtudes de cohesión por parte de los cristianos. La Nueva Evangelización será un medio para lograr este ambicioso objetivo, al cual Benedicto XVI se adhiere totalmente y lidera de forma proactiva.

 Hasta este punto, la explicación de la Nueva Evangelización no contiene palabras bíblicas cruciales, tales como el arrepentimiento de los errores presentes y pasados, la confesión del pecado o la conversión a Jesucristo . Y si alguna Nueva Evangelización quiere dar frutos, no hay otro camino que el bíblico.

 Traducción: Rosa Gubianas

 

50. ¿Un camino para los lute-romanos?

El Papa recordó que la unidad cristiana no es “unidad en la diversidad”, sino tener la misma fe, la misma Eucaristía y las mismas autoridades. Una unidad que sólo subsiste en la Iglesia Católico Romana.

10 DE FEBRERO DE 2013

 Entre los días 18 y 25 de Enero, la Iglesia Católico Romana y el Consejo Mundial de Iglesias organizaron la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos. Desde 1958, la Semana de Oración ha sido un ejercicio anual de “ecumenismo espiritual” (es decir, oración conjunta) que implica tanto a los cuerpos eclesiásticos oficiales como a los movimientos ecuménicos de base. Su principal premisa teológica es hacer una llamada a la plegaria común para conseguir la unidad de todos los que están “bautizados” . [i]

Al término de la semana, Benedicto XVI presidió la liturgia final en la basílica de San Pablo de Roma. En su homilía, el Papa subrayó que la unidad es dada tanto por Dios como por la responsabilidad de todos los cristianos.

En los esfuerzos que se hacen a favor de la unidad, las cuestiones doctrinales que causan la división entre la Iglesia Católico Romana y los demás cristianos no católicos no deberían “descuidarse ni minimizarse”.

También en esta ocasión, el Papa Ratzinger insistió en el hecho de que el ecumenismo no es una unidad sentimental desleída, sino que es una unidad en la profesión de la misma fe, en la celebración de la misma Eucaristía, y unidos bajo el mismo ministerio sacramental de la sucesión apostólica.

Sin embargo,  cuando la Semana de Oración estaba a punto de comenzar, un curioso evento proporcionó otra perspectiva del panorama general del ecumenismo católico romano .

 ¿UN CAMINO PARA LOS “LUTE-ROMANOS”?
Al presentar su libro más reciente sobre los principales temas del pensamiento de Ratzinger, en una librería romana junto al Vaticano, el Arzobispo Gerhard Müller, Prefecto de la Congregación Vaticana para la Doctrina de la Fe, hizo un comentario sobre una posible perspectiva para el proceso ecuménico.

 Imaginando un escenario futuro en el cual un número significativo de luteranos quisieran entrar en plena comunión con la Iglesia Romana, Müller dijo que podría crearse un “ordinariato” específico para ellos a fin de facilitar la transición . Un ordinariato es una diócesis especial que permite la completa integración en la Iglesia Romana mientras que, al mismo tiempo, concede la aceptación de algunos aspectos de la tradición espiritual y litúrgica anterior.

 El modelo del ordinariato ya ha sido previsto y aplicado. En 2009 el Papa Ratzinger dispuso la constitución de “ordinariatos personales para los anglicanos que entraran en plena comunión con la Iglesia Católica” . En este caso, los ex anglicanos que ahora son católico-romanos pueden celebrar los sacramentos de acuerdo “con los libros litúrgicos propios de la tradición anglicana”. El ordinariato consigue la integración en el sistema romano siempre y cuando se pague el tributo a su “catolicidad”, la cual es capaz de acomodar diferentes tradiciones.

 El Arzobispo Müller admitió que “el mundo luterano es algo diferente del anglicano, puesto que entre los anglicanos siempre ha habido un sector cercano al catolicismo”. No obstante, dijo, algunos luteranos albergan la esperanza de un restablecimiento de la plena comunión con Roma, y “la” Iglesia debería estar preparada para recibirles.

Sugirió que, al igual que con los anglicanos, la Iglesia Católica podría permitir a los luteranos conservar las “legítimas tradiciones que han desarrollado”, entretanto se convierten en miembros de la Iglesia Católica. La idea fue severamente criticada por los funcionarios luteranos.

 ¿CÓMO FUNCIONA LA UNIDAD VISIBLE?
 Aparte de los tecnicismos de la ley canónica, lo que es digno de considerar es el cuadro general que emerge de estos comentarios .

Es verdad que el arzobispo Müller no pronunció una declaración oficial como si la decisión ya estuviese tomada. Sin embargo, expresó unas ideas a las que se les da una seria consideración en los departamentos del Vaticano en ambos espectros de los límites de la Iglesia Romana.

 A su “derecha”, Roma está tratando concienzudamente de resolver la excomunión que infligió al tradicionalista Mons. Lefebvre y a sus seguidores en 1998. El medio para lograrlo es a través de un ordinariato por el cual podrían mantener sus modelos litúrgicos distintivos al tiempo que aceptarían que otros católicos se adhirieran a la evolución del post-Vaticano II.

 A su “izquierda”, Roma se está abriendo a los ex anglicanos y ahora, posiblemente, a grupos de luteranos que deseen abrazar la “catolicidad” romana si bien conservando parte de su patrimonio luterano . El ordinariato es el medio por el cual la catolicidad de la Iglesia romana puede extenderse por todos los lados preservando al mismo tiempo la unidad del sistema alrededor de la institución sacramental.

 El hecho de que estas ideas se pronunciaran públicamente en la semana ecuménica es intrigante, pero perfectamente legítimo si se comprende todo lo que el ecumenismo significa para Roma .

Por una parte, la Iglesia Romana ora con otros cristianos para la unidad y se regocija por la unidad que ya existe. Por la otra, establece disposiciones a fin de que la completa unidad sea conseguida mediante la incorporación de otros cristianos en su seno.

 Según el punto de vista romano de la unidad, no hay ninguna contradicción entre las dos medidas. Como se ha recordado anteriormente, el Papa en su homilía recordó que la unidad cristiana no es un tipo de unión corriente como “unidad en la diversidad”, sino la plena expresión de la unidad cristiana, o sea, profesar la misma fe, celebrar la misma Eucaristía y ser regido por las mismas autoridades. Esta completa o perfecta unidad subsiste solo en la Iglesia Católico Romana .

Las demás iglesias y comunidades son, en una forma u otra “defectuosas” en algunos aspectos importantes. Después de los anglicanos, ahora es el turno de que les hagan a los luteranos una disposición especial para que disfruten de una vida cristiana “más plena”.

 Traducción: Rosa Gubianas

5. Un punct de vedere mistic din Purgatoriu? Pe o cateheză recent de Papa Benedict al XVI-lea

Dosarele Vatican nr. 5 – Leonardo De Chirico

Una dintre prerogativele oficiului doctrinar al Papei este să ocupe cathedra Petri („scaunul lui Petru”). Basilica Sfîntului Petru adăposteşte relicvele unui scaun pe care tradiţia îl atribuie apostolului Petru (deşi, la fel ca majoritatea relicvelor, a fost produs în Evul Mediu). Cathedra Petri face parte din altar, pentru a arăta combinaţia unică dintre rolul de învăţător şi cel sacramental al Papei. Primul Conciliu de la Vatican (1870) a introdus dogma infailibilităţii Papei cînd vorbeşte ex cathedra („de la scaun”). Aceasta nu este o referinţă fizică la scaun, deşi Papa vorbeşte adesea în mod literal de pe scaun atunci cînd conduce slujbe în catedrala Sf. Petru. Mai degrabă, ex cathedra se referă la condiţiile particulare care conferă marca infailibilităţii învăţăturii date de Papă. Pe lîngă această expresie unică a autorităţii papale, scaunul se referă, de asemenea, la oficiul său doctrinar obişnuit, care are loc în diferite forme, cum ar fi enciclice, îndemnuri, discursuri, cărţi, media (atît scrisă, cît şi audio) şi ocazii ca vizitele papale şi prezenţa audienţelor regulate.

Ca parte din oficiul său doctrinar obişnuit, săptămînal, Papa rosteşte un discurs catehetic în zilele de miercuri, în contextul unei audienţe generale la care participă mii de pelerini, vizitatori, etc. Prezentarea are loc în italiană, deşi rezumate scrise ale discursului în alte limbi sînt distribuite publicului. Toate textele sînt rapid disponibile pe site-ul Vaticanului. În general, Papa urmează serii după calendarul liturgic, subiecte doctrinare, vieţile sfinţilor, tradiţiile Bisericii etc. În 12 ianuarie 2011, subiectul discursului a fost în mod deosebit interesant, prin faptul că a atins subiectul purgatoriului.

Credinţa în purgatoriu face parte din doctrina catolică despre viaţa de apoi. A fost elaborată în Evul Mediu şi apoi enunţată doctrinar de Conciliul de la Florenţa (1438) şi Trento (1563). Se găseşte de asemenea în Catehismul din 1992 (nn.1030-1032). Aceasta înseamnă că doctrina este bine stabilită în tradiţia Bisericii catolice şi în orizontul ei doctrinar prezent. Purgatoriul se referă în esenţă la „purificarea finală” a celor mîntuiţi cu scopul de a atinge sfinţenia necesară pentru a intra în cer. Premisa purgatoriului este că mîntuirea nu este numai prin har şi credinţă, ci prin har şi prin ceea ce este dobîndit cu ajutorul meritelor şi al faptelor. Purgatoriul este ultima „faptă” cerută pentru a ajunge în cer, i.e. un timp de purificare ce durează proporţional cu ceea ce trebuie încă să fie purificat. Deşi conţine reminiscenţe ale limbajului din 1 Corinteni 3:15 şi 1 Petru 1:7, forţa motrice a dezvoltării sale a fost practica rugăciunii pentru morţi, după cum recunoaşte onest Catehismul catolic. De fapt, doctrina catolică afirmă că rugăciuni, indulgenţe şi lucrări de penitenţă pot fi oferite în numele morţilor, astfel încît purificarea lor prin purgatoriu să fie accelerată.

Într-una dintre primele cateheze de la începutul anului 2011, Benedict al XVI-lea se reîntoarce la doctrina purgatoriului în contextul unei discuţii devoţionale asupra sfintei Catherina de Genoa. Aceasta a fost o mistică din secolul al XV-lea, care este cel mai mult cunoscută pentru vedenia purgatoriului. Conform Papei, Catherina nu adaugă noi revelaţii la învăţătura despre purgatoriu, însă vedeniile ei subliniază faptul că este un „foc interior” care pregăteşte sufletul pentru comuniunea deplină cu Dumnezeu. Mai degrabă decît un loc fizic de foc, aşa cum este portretizat de imaginaţia lui Dante în Divina comedie, purgatoriul este descris de Catherina de Genoa ca un foc interior care înalţă calea omului spre Dumnezeu.

Papa subliniază clar că această inteligenţă mistică nu alterează doctrina tradiţională, ci o extinde spre graniţele sale misterioase. Dimensiunile fizice, spaţiale ale purgatoriului sînt îmbogăţite de dezvoltarea mistică. Avem de-a face cu adăugarea altor elemente la doctrina deja consolidată, nu cu punerea sub semnul întrebării a profilului bine stabilit al acesteia.

Purgatoriul a fost deja în centrul magisterium-ului lui Benedict al XVI-lea într-o tratare mult mai amplă. A doua sa enciclică, Spe Salvi (2007), conţine comentarii elocvente asupra judecăţii în viaţa de apoi. În această enciclică papală, judecata lui Dumnezeu este o combinaţie de dreptate şi har. Puţini oameni (dacă există vreunii) primesc doar dreptatea Sa (i.e. pedeapsa) şi puţini primesc harul Său deplin (i.e. mîntuirea imediată). În loc de aceasta, majoritatea oamenilor primesc atît dreptate, cît şi har, astfel că purgatoriul este această stare intermediară a sufletului care le înfăţişează pe ambele (nn. 45-48). În viaţa de apoi sufletul trece printr-un timp de purificare, fără a merita nici dreptate, nici har. La fel, în Spe Salvi, Papa subliniază importanţa rugăciunilor şi a actelor de suferinţă în numele celor morţi, cu scopul de a grăbi timpul lor de purificare. Aceasta se bazează pe credinţa într-o „comuniune” între cei vii şi cei morţi, care permite suferinţele celor vii în numele celor morţi.

Doctrina purgatoriului face parte din sistemul doctrinar romano-catolic, influenţînd învăţătura despre har, păcat, mîntuire şi viaţa veşnică. Nu este un apendix secundar, dispensabil, ci o parte esenţială a viziunii romano-catolice în legătură cu ordo saluti. Pînă acum, Benedict al XVI-lea a reformulat şi extins esenţa sa doctrinară, adăugînd cîteva sugestii mistice mai degrabă decît schimbînd-o spre o imagine mai biblică a vieţii de apoi.

Leonardo De Chirico

Leonardo De Chirico este unul dintre cei mai importanţi şi activi teologi evanghelici din Italia, director adjunct al Istituto di Formazione Evangelica e Documentazione din Padova şi director al Centrului de studii de etică şi bioetică al aceluiaşi institut. Este doctor în teologie al King’s College din Londra, cu o teză publicată sub titlul „Evangelical Theological Perspectives on post-Vatican II Roman Catholicism”, Frankfurt-Oxford, Peter Lang 2003. În acelaşi timp, este vice-preşedintele Alianţei Evanghelice Italiene şi membru în Comisia socio-politică a Alianţei Evanghelice Europene.

Traducere: Otniel-Laurean Vereş
Text tradus și publicat cu permisiunea autorului.

4. Cuvîntul Domnului şi/sau Cuvîntul Bisericii? Biblia într-un recent document papal

Dosarele Vatican Nr. 4 – Leonardo De Chirico

Biblia este centrală în îndelungata controversă dintre Reforma protestantă şi romano-catolicism. Prin urmare, orice declaraţie venită din partea Papei asupra acestui subiect trebuie citită cu atenţie de către toţi cei care trăiesc o credinţă centrată în Scriptură. Documentul despre care vorbim a apărut după un sinod specific care a avut loc în 2008, cînd episcopii romano-catolici au discutat următoarea chestiune: „Cuvîntul lui Dumnezeu în viaţa şi misiunea Bisericii”. După discuţia sinodală, se obişnuieşte ca Papa să emită un document scris care rezumă esenţa dezbaterilor şi le enunţă în mod autoritativ. Acesta este cazul îndemnului apostolic post-sinodal din 2010, Verbum Domini (VD, Cuvântul Domnului), emis de Benedict al XVI-lea.

Documentul reaminteşte învăţătura romano-catolică despre Biblie, aşa cum a fost articulată şi învăţată în secolul douăzeci. În particular, VD recunoaşte constituţia dogmatică Dei Verbum (Cuvîntul lui Dumnezeu) de la Vatican II ca referinţă doctrinară supremă pentru teologia catolică a Cuvîntului lui Dumnezeu şi se vede în continuitate totală cu Conciliul Vatican II. Cel mai interesant aspect este relaţia dintre Cuvînt şi Biblie, discutată de VD.

Pentru început, VD pretinde că acest Cuvînt al lui Dumnezeu „precedă şi depăşeşte Sfînta Scriptură, cu toate acestea Scriptura, inspirată de Dumnezeu, conţine cuvîntul divin” (17). VD afirmă că Biblia este Cuvîntul lui Dumnezeu în sensul că ea conţine Cuvîntul. Avem la dispoziţie Biblia, dar există, de asemenea, un cuvînt suplimentar mai presus de Biblie care face Biblia insuficientă în sine însăşi. Miza aici nu este inspiraţia divină a Bibliei (pe care VD o susţine ferm), ci suficienţa Bibliei şi finalitatea ei. Pentru papa Ratzinger, Biblia este Cuvîntul lui Dumnezeu într-un anumit sens, dar Cuvîntul lui Dumnezeu este mai mare decît Biblia. Aceasta din urmă conţine Cuvîntul.

Pentru cititorii protestanţi în special, este potrivit aici un comentariu. Teologia liberală şi-a dezvoltat propria teologie a Cuvîntului prin care relaţia între Cuvînt şi Biblie este gîndită în moduri dialectale şi existenţiale. Cu alte cuvinte, pentru unele versiuni ale teologiei liberale, Biblia este o mărturie (failibilă) a Cuvîntului şi devine Cuvîntul lui Dumnezeu, dacă se întîmplă vreodată, cînd Duhul vorbeşte prin ea. Versiunea romano-catolică a relaţiei Cuvînt-Biblie este articulată într-un mod diferit. Premisa este aceeaşi (i.e. Biblia conţine Cuvîntul), dar desfăşurarea Cuvîntului vine prin tradiţia Bisericii romano-catolice. Separaţia între Cuvînt şi Biblie nu este existenţială, ci eclesială. Biserica este leagănul Cuvîntului, atît în forma sa trecută şi scrisă (Biblia), cît şi în rostirile ei continue (Tradiţia). În această privinţă, Benedict al XVI-lea scrie: „Biserica trăieşte cu certitudinea că Domnul ei, care a vorbit în trecut, continuă să comunice astăzi cuvîntul Său în Tradiţia sa vie şi în Sfînta Scriptură. Într-adevăr, cuvîntul lui Dumnezeu oferit nouă în Sfînta Scriptură ca mărturie inspirată a revelaţiei, împreună cu Tradiţia vie a Bisericii constituie regula supremă a credinţei” (18). Biblia este afirmată cu tărie, dar Biblia este întotdeauna însoţită şi depăşită de tradiţia mai largă, mai adîncă, vie a Bisericii, care este forma din prezent a Cuvîntului. Printre alte lucruri, aceasta înseamnă că Biblia nu este suficientă în sine pentru a ne oferi acces la Cuvînt şi nu este norma finală de credinţă şi practică. Biblia are nevoie să fie suplimentată de Catehismul Bisericii Catolice, care este „o expresie semnificativă a Tradiţiei vii a Bisericii şi o normă sigură pentru învăţarea credinţei” (74).

Astfel, VD menţine o viziune dinamică a Cuvîntului, prin care Biblia este un recipient divin stabilit al Cuvîntului. Totuşi, punctul final de referinţă al Cuvîntului este Biserica, din care vine Biblia şi prin care Cuvîntul prezent al lui Dumnezeu răsună.

Multe întrebări se ridică din imaginea zugrăvită de VD, care este total coerentă cu Vatican II şi Conciliul din Trento. Din moment ce VD nu este un tratat sistematic, ci mai degrabă un îndemn scris, numai cîteva puncte sînt menţionate în ceea ce priveşte explicarea modului în care Biblia se relaţionează la Cuvînt.

În primul rînd, rolul „revelaţiilor personale” (ex. viziuni marianice şi revelaţii continue confirmate de Biserica Catolică). Pe lîngă Biblie, ele „introduc noi accente, dau naştere la noi forme de pietate sau le aprofundează pe cele mai vechi” (14). Revelaţiile personale sunt baza cultelor marianice de la Lourdes, Fatima şi Medjugorie, de exemplu. Pentru evanghelici, acestea nu pot fi puse în acord cu învăţătura biblică fundamentală, totuşi punctul normativ pentru „revelaţiile personale” este tradiţia Bisericii, nu Scriptura singură. Pentru Biserica Catolică, fundamentarea credinţei pe Biblie este importantă, dar neconcludentă. Există standarde suplimentare pentru discernămîntul spiritual, care merg dincolo de Scriptură.

În al doilea rînd, citirea „eclesială” a Bisericii. Conform VD, Scriptura nu trebuie citită niciodată independent. Citirea trebuie să fie întotdeauna o „experienţă eclesială”, i.e. ceva făcut în comuniune cu Biserica. Miza nu este doar metodologică, ca şi cum citirea personală trebuie înlocuită de grupuri de studiu la nivel parohial conduse de preoţi, ci de asemenea hermeneutică. „O interpretare autentică a Bibliei trebuie să fie întotdeauna în armonie cu credinţa Bisericii Catolice” (30). Citirea Bibliei trebuie să fie un exerciţiu făcut în armonie cu biserica instituţională, atît în formele ei, cît şi în rezultate. După cît se pare, există multă înţelepciune în aceste afirmaţii, în special avînd în vedere riscurile reale de interpretări fanteziste, individualiste şi stranii din partea cititorilor izolaţi ai Bibliei. Cu toate acestea, ceva lipseşte aici. Pentru o Biserică ce a interzis timp de secole citirea Bibliei în limbile vernaculare este cel puţin nefericit că nu este spus nici măcar un singur cuvînt de pocăinţă. Pentru o Bierică ce i-a împiedicat pe oameni să aibă acces la Biblie pînă în urmă cu cincizeci de ani, este cel puţin enigmatic că nu este folosit nici un singur cuvînt pentru a sublinia nevoia Bisericii pentru auto-corectare şi vigilenţă. Mai mult, dacă citirea Bibliei trebuie făcută întotdeauna sub îndrumarea instituţiei, ce se întîmplă dacă instituţia însăşi cade în greşeală, erezie sau apostazie? Cum corectează Duhul o biserică păcătoasă dacă nu prin Cuvînt biblic? În istoria Bisericii, învăţătura Bibliei a trebuit să fie uneori pusă împotriva bisericii instituţionale şi a acordului ei. Numai o auto-proclamată Biserică infailibilă poate cere supunere totală faţă de „ochiul veghetor al sfîntului magisteriu” (45) fără a avea un tribunal final. Chestiunea în joc este: cine are cuvîntul final? Biblia sau Biserica Catolică? Din moment ce Biserica este „casa cuvîntului” (52), VD răspunde: ultima!

În al treilea rînd, practica interpretării biblice. O citire romano-catolică a Bibliei corect definită necesită acceptarea unităţii întregii Scripturi („exegeză canonică”), precum şi ascultare faţă de Tradiţia vie a întregii Biserici şi combinaţia între nivelul istorico-critic şi cel teologic de interpretare (34). Biserica Catolică se teme de două extreme: pe de o parte de aroganţa critică ce distruge unitatea Bibliei şi respinge originile ei divine; pe de altă parte, abordarea fundamentalistă care oferă „interpretări subiective, arbitrare şi anti-eclesiale” (44). Sînt posibile două scurte comentarii. 1. În opinia publică, Benedict al XVI-lea este adesea descris ca un campion al citirii „spirituale” a Bibliei (de ex. aclamata sa carte Isus din Nazaret, 2007). Totuşi, VD recunoaşte fără probleme beneficiile metodelor istorico-critice (32), respingînd pretenţiile lor extreme atunci cînd sînt opuse consideraţiilor teologice. Deşi nu este el însuşi liberal, Ratzinger nu aparţine aceleiaşi tipologii de cercetare biblică conservatoare, care poate fi găsită în cercurile evanghelice. Orice suprapunere simplistică tulbură apele. 2. Fundamentalismul nu este definit în vreun fel, cu toate acestea este destinatarul unei puternice critici. Nu este oferită nicio referinţă la literatura fundamentalistă, în schimb sînt făcute afirmaţii negative în ceea ce priveşte teoria dictării sau lipsa de recunoaştere a limbajului Bibliei ca fiind condiţionat de timpuri şi cultură. Cine, oare, crede că Biblia a fost mecanic dictată sau că limbajul ei este o realitate angelică? Impresia este că, aici, VD luptă cu un duşman de paie.

În al patrulea şi ultimul rînd, contextul liturgic este o abordare potrivită pentru Scriptură. Citirea Bibliei ca o experienţă eclesială înseamnă că trebuie să aibă loc într-un context liturgic stabilit de Biserica Catolică. „Locul privilegiat pentru citirea în rugăciune a Sfintei Scripturi este liturghia şi în special Euharistia, în care, celebrînd trupul şi sîngele lui Cristos în sacrament, cuvîntul însuşi este prezent şi la lucru în mijlocul nostru” (86). Auzirea Cuvîntului lui Dumnezeu este rodnică atunci cînd sînt întrunite cîteva condiţii: administrarea Euharistiei (54) şi alte sacramente (61), Liturghia orelor (62), practica dobîndirii indulgenţelor (61) şi recitarea Sfîntului Rozariu (88). Conform VD, Biblia nu poate fi niciodată singură, ci trebuie să fie întotdeauna înconjurată de accesoriile eclesiastice care alimentează, direcţionează şi guvernează citirea şi interpretarea biblică. Astfel, Biblia nu este niciodată liberă să călăuzească Biserica, ci întotdeauna condiţionată de anumite practici extra-biblice ale Bisericii.

Declaraţia papală încurajează citirea Bibliei şi aceasta este o veste bună. Întrebarea fundamentală rămîne: al cui cuvînt este Verbum Domini? Al Bibliei şi/sau al Bisericii?

Leonardo De Chirico

Leonardo De Chirico este unul dintre cei mai importanţi şi activi teologi evanghelici din Italia, director adjunct al Istituto di Formazione Evangelica e Documentazione din Padova şi director al Centrului de studii de etică şi bioetică al aceluiaşi institut. Este doctor în teologie al King’s College din Londra, cu o teză publicată sub titlul „Evangelical Theological Perspectives on post-Vatican II Roman Catholicism”, Frankfurt-Oxford, Peter Lang 2003. În acelaşi timp, este vice-preşedintele Alianţei Evanghelice Italiene şi membru în Comisia socio-politică a Alianţei Evanghelice Europene.

Traducere: Otniel-Laurean Vereş
Text tradus și publicat cu permisiunea autorului.