60. Los primeros 100 días del papa Francisco

El tema es aprovechar este evento simbólico para empezar a advertir lo que está surgiendo en lo que se refiere a la interpretación del papado de Francisco.

30 DE JUNIO DE 2013

Hace algo más de cien días, el 12 de marzo de 2013, el Cardenal Bergoglio fue elegido para ocupar la “silla de Pedro” convirtiéndose en el papa Francisco, el 266º Papa de la Iglesia Católico Romana.

Esta cuenta da por hecho que Pedro fue el primer Papa y que una cadena ininterrumpida de sucesores ha continuado hasta ahora.

Esta consideración teológica de la historia de la Iglesia es, por supuesto, discutible pero esta no es ahora la cuestión. El tema es aprovechar este evento simbólico para empezar a advertir lo que está surgiendo en lo que se refiere a la interpretación del papado de Francisco.

EXPOSICIÓN CONTINUA
Francisco habla en público cada día. Celebra la misa todas las mañanas a las siete y un sumario de su homilía diaria está rápidamente disponible para los medios de comunicación. La esencia de la misma se publica en el Twitter.

Sus discursos son mucho más sencillos y cortos que los de Benedicto XVI, el lenguaje es espontáneo y la estructura frecuentemente pone de relieve palabras sueltas importantes que forman el cuerpo de su reflexión. Siempre hay una aplicación personal y el destinatario de la misma es “nosotros” más que “vosotros” o “ellos”.

Utiliza muy pocas citas procedentes de la tradición de la Iglesia (los Padres de la Iglesia estaban siempre presentes en las charlas de Ratzinger) y más referencias a los episodios de la vida diaria y citas bíblicas.

A Francisco le gusta estar rodeado de gente. Escogió no vivir aislado en los apartamentos papales sino permanecer en la casa de huéspedes del Vaticano, compartiendo el comedor y otros espacios comunes con otras personas. Sus audiencias públicas de los miércoles en la plaza de San Pedro son menos concentradas en las palabras y están más dedicadas a las interacciones personales.

Normalmente, da la vuelta alrededor de la plaza, se para aquí y allá para tocar a la gente, besar a los bebés y jugar con los niños intercambiando sombreros y recibiendo regalos. El aspecto emocional predomina sobre el cognitivo. Francisco se parece poco a un Papa hierático e inalcanzable y más a un Papa tipo paternal o “hermano mayor”, que muestra toda su encantadora personalidad.

DEL FIN DEL MUNDO A LOS CONFINES DEL MUNDO
Cuando fue elegido, Francisco dijo que venía del “fin del mundo”. Ratzinger había venido del “corazón” de Europa y él viene de los límites del globo partiendo de una perspectiva occidental o Eurocéntrica.

Es consciente de sus orígenes en el sur Global y su historial también determina su objetivo. A menudo dice que la misión de la Iglesia es ir a las periferias del mundo y ser atraídos por aquellos que están fuera de los diferentes centros de poder e influencia.

De donde él viene es donde quiere ir.Ahora que dirige el “centro” de una institución global, será interesante ver que significa ir a las periferias para una organización centralizada y autorreferente como es el Vaticano. Francisco parece dispuesto a desplazar la atención hacia los confines del mundo, geográfica y socialmente.

INFILTRACIÓN EN LUGAR DE CONFRONTACIÓN
Su estilo de razonamiento también se está superando. Mientras que Ratzinger solía ser visto como conflictivo en su acercamiento a la cultura occidental (a menudo golpeando la cabeza del “nihilismo”, la “dictadura del relativismo”, etc.) a Bergoglio se le percibe como una persona apacible que estimula la atención en vez de machacar a sus oyentes.

En los temas de la vida es tradicional pero no de una forma fastidiosa para la gente secular. En el matrimonio es conservador pero capaz de mantener un diálogo abierto con el “lobby gay”.

Su estrategia parece ser la de la infiltración más que la de la confrontación.

Sobre el diálogo interreligioso siempre hace hincapié en la hermandad de todas las personas religiosas, dejando de lado las cuestiones controvertidas. La misericordia tiene la última palabra. El tiene una actitud de abrazar antes que una perspectiva de tira y afloja.

ECUMENISMO ESPIRITUAL
Su talante fraternal también es cierto en lo que se refiere al ecumenismo. Francisco habla mucho acerca de la unidad de los cristianos y enfatiza la importancia de la plegaria común y las relaciones fraternales.

Técnicamente, esto es todo sobre el “ecumenismo espiritual”, es decir, la unidad que se expresa en la oración conjunta, aunque no ha utilizado este lenguaje hasta ahora.

A todos los homólogos no católicos, desde los liberales protestantes a muchos evangélicos, parece gustarles esta actitud y tienen la impresión de que es fácil de llevar por lo que a la unidad se refiere.

En una reciente audiencia en la plaza de San Pedro dijo que había pasado media hora en oración con un pastor evangélico italiano (19 de Junio). Poca gente prestó atención a lo que había dicho antes, o sea, que la unidad significa estar en comunión con el Papa y los obispos.

Más allá del lenguaje aparentemente paulino, avaló el punto de vista católico romano de que la unidad significa estar cum Petro (con Pedro) y sub Petro (bajo Pedro). La relación con el Papa define la unidad cristiana. Entretanto, él ha sido abiertamente mariano en sus devociones y muy centrado en la Eucaristía en sus enseñanzas.

POBREZA, POBREZA …
La pobreza es un lema del pontificado de Bergoglio. La elección del nombre Francisco indicaba todo un programa. Sin duda, le ha dado una tendencia más sobria a lo que significa “vivir como un Papa”.

Lleva una cruz de hierro en lugar de una de oro. Usa vestiduras menos lujosas y pide un estilo de vida sencillo.

En un comentario sobre los recientes escándalos financieros, humorísticamente dijo que Pedro ¡no tenía ningún banco! El problema es que el Papa ¡tiene un banco! ¿Tendrá Francisco el valor de cerrarlo?

La referencia a Francisco de Asís marca su grandeza pero quizás también sus límites. Francisco habló de la pobreza y vivió en la pobreza en el siglo XIII, pero la Iglesia que presentaba permaneció opulenta y siguió en la consecución de sus asuntos mundanos.

¿Será capaz o estará dispuesto el papa Francisco de llevar a cabo en la Iglesia las prácticas que marcan la sencillez y la frugalidad? Tal vez deberíamos esperar otros cien días antes de contestar.

Traducción: Rosa Gubianas

 

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